Por mucho que sean unos cuantos los que hayan salido públicamente o por las redes sociales agradeciendo el respaldo de la afición en El Madrigal, la química se está resquebrajando tras los daños colaterales de la derrota en Vila-real. La decisión de un grupo de jugadores de no saludar a la conclusión del partido, por mucho que el delegado Andrés Garcerá y los que sí se acercaron a la 'jaula' les insistieran, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la parroquia granota. Ese "calentón", como así definió Morales, uno de los que sí tuvo el detalle, tiene sus motivos para la plantilla.

A los jugadores no les gustó escuchar varios cánticos, que consideran irónicos y destructivos, como el 'ole, ole, ole' cada vez que se pasaban el balón, ya con el 3-0 en el marcador de El Madrigal, o el 'Xumetra, selección'. El extremo catalán es uno de los jugadores que más discrepancias genera entre la afición, una vez que Ghilas se ha quedado fuera de los planes de Rubi en las dos últimas jornadas. "Son situaciones complicadas. Por una parte tenemos que comprender a la afición, pero también a los jugadores. En nombre de esos que no se acercaron a despedir a la afición, pedir disculpas, porque son momentos de calentón. Hay que comprender a las dos partes y no crear un enfrentamiento entre afición y equipo porque sería definitivo y debemos estar todos unidos", explicó Morales, que volvió a dar la cara.