La afrenta de Eibar, sobre todo para los 114 valientes que se plantaron en Ipurua, generó un proceso de reciclaje, un mecanismo de supervivencia sin margen de error. La afición respondió al SOS ante el Getafe y el Levante, arengado por el propio Quico Catalán en las horas previas, salió indemne de la ´refinal´, ya que otro resbalón hubiera resquebrajado casi totalmente la química con unos seguidores quemados por la indolencia de la jornada anterior y hubiera convertido la permanencia en un milagro. Ahora, además, la Liga se empina, sobre todo en los dos próximos encuentros en cuatro días ante Villarreal y Real Madrid. El 3-0 al ´Geta´ ha valido una vida extra y una inyección de confianza para una afición que volverá a poblar la ´jaula´ de El Madrigal y que en el último entrenamiento despidió a los jugadores entre abrazos, aplausos y buenas palabras, como en la antesala del 3-2 a la UD Las Palmas, el día del debut de Giuseppe Rossi, que hoy regresa a la que fue casa durante cinco temporadas. La petición de los que nunca fallan no ha cambiado: ´Cap, cor i collons´. Un lema que todavía luce en la pancarta de 20 metros en Gol Orriols.

«En este tipo de partidos debes proteger todo. Si no lo trabajas todo es imposible. Tienes que estar perfecto en defensa y en ataque. El Villarreal ha perdido un partido en todo el año en su casa ante el Celta de Vigo y fue hace mucho tiempo. Esto demuestra que hay que estar de diez». Rubi apela a la perfección para liarla gorda en un territorio inesperado por el momento dulce del rival, pero que Rossi conoce a la perfección. El ´21´ -el tripulante ´22´ del Submarino- nunca pensó que llegaría este día cuando el Villarreal lo traspasó, aún convaleciente, a la Fiore por 10 millones de euros y otro seis en variables en enero de 2013. A la llegada en la tarde-noche de ayer al hotel de concentración de la expedición, compuesta por los mismos 18 que ante el Getafe, ´Beppe´ empezó a recibir el cariño de la que había sido su gente. Ídolo en El Madrigal, querido por todo «el pueblo». «Espero que sí», dijo el protagonista cuando se le cuestionó el jueves sobre si tendría un recibimiento acorde a su legado. Cuando ruede el balón, los recuerdos quedarán en un segundo plano por los agobios de la tabla.

En el verano del 2007, con 20 años, Il Bambino, fichó por el Villarreal por 10 ´kilos´, como recambio de Diego Forlán. Manuel Pellegrini sacó lo mejor de él. Cinco temporadas, 192 partidos, 82 goles, si bien su último curso de amarillo fue para olvidar. Dejando a un lado el ´biscotto´ entre Levante y Villarreal sobre su futuro, que se tratará en junio como el propio Giuseppe confirmó, en Orriols ha recuperado la sonrisa y esa acumulación de confianza y minutos que le permitan regresar con la ´azzurra´ y participar en la Eurocopa de Francia, su gran ilusión, imposible hasta el momento por sus graves lesiones.

Este Villarreal, distinto al de la era Rossi, es igualmente de récord, con doce partidos consecutivos sumando, sin perder desde el 22 de noviembre en el Coliseum Alfonso Pérez (2-0), y en la cuarta plaza que da billete a la próxima edición de la Liga de Campeones, con un colchón de puntos con sus perseguidores y con la moral por las nubes tras la clasificación a octavos de final de la Europa League. El panorama no es el más propicio para dar en la diana, pero en la primera vuelta, el Submarino se plantó en el Ciutat como líder de la Liga BBVA y claudicó por un solitario gol de Deyverson, tras una asistencia de un Ghilas que en aquel momento todavía tenía crédito. Fue el antepenúltimo servicio de Lucas Alcaraz. El delantero brasileño ha mantenido en vilo a Rubi unos días, desde el cambio al descanso contra el Getafe hasta que se reincorporó al grupo el jueves, repuesto de una inflamación en su rodilla izquierda.

El verdugo amarillo en el Ciutat, el día de la primera victoria de la temporada, es una de las esperanzas del cerca del millar de aficionados que se plantarán en El Madrigal. Serán doce autocares, los que coparán la zona visitante, más los particulares disgregados por el estadio del histórico liderato de Primera División del 23 de octubre de 2011 (0-3), pero también del dramático descenso del 29 de junio de 2005. También allí, el Levante de Luis García, condenado en apariencia al descenso, prosiguió con su despegue con un solitario gol de Valdo. Aquel 0-1 del 5 de febrero de 2011 se produjo tras una victoria ante el Getafe. La historia puede producirse cinco años después. El Levante no gana fuera de casa desde el 22 de noviembre en Gijón, la única victoria de forastero de la temporada. El mensaje de Quico Catalán al vestuario de hace diez días sigue teniendo validez: «Hacedlo por 106 años de historia, que se note que nos jugamos la vida».