Por segundo partido consecutivo, Giuseppe Rossi se fue del campo antes de tiempo y con cara de pocos amigos. Al igual que en Vila-real, ante el Madrid fue el primer cambio de Rubi, a modo de peaje por su generoso esfuerzo físico y todavía con media hora por jugar. «Ha sido siempre un futbolista al que los partidos se le hacían largos y en nuestro equipo le hacemos esforzarse mucho en defensa. En ese sentido, él lo paga; era una de las cosas que ya sabíamos, pero estamos trabajando día a día para que mejore en ese aspecto», justificaba después el técnico, plenamente consciente de que el italiano es un caso aparte por muchos motivos.

‘Il Bambino’ es el elemento diferencial en ataque de los granotas, con Morales y Deyverson de escuderos. Frente a los merengues, sin cuajar su mejor actuación, asistió al brasileño en el provisional 1-2 y probó fortuna con varios disparos a puerta. Suya fue la acción que pudo cambiar por completo el partido, a los cinco minutos: aprovechó un envío desde la izquierda de Morales para soltar un zurdazo, que solo la agilidad de Keylor entre palos impidió que acabase en gol.

Del «subidón» colectivo que provocó su llegada, como hace mes y medio reconocía el propio Rubi, se ha pasado al actual ‘bajón’, tanto colectivo como individual. El internacional transalpino ha perdido presencia en ataque, al tiempo que el Levante acumula dos derrotas consecutivas. Para revertir ambas tendencias, el objetivo común es que esté al 100 por 100 de nuevo frente a la Real Sociedad; el técnico ha querido gestionar sus esfuerzos para que afronte fresco la recta final de la temporada.

Rossi, quien realiza trabajos extra de puesta a punto en cada entrenamiento, no renuncia a la salvación ni a acumular minutos para ganarse un billete para su primer gran torneo de selecciones: la Eurocopa. Esa fue su doble motivación para aterrizar en Orriols, a pesar de su ambición innata. En el Levante, como en su día en el Parma, vio la oportunidad de tocar fondo (clasificatoriamente hablando) y empezar a partir de ahí la escalada. En ese sentido, en la víspera del duelo ante el Real Madrid, en redes sociales dejaba claras sus intenciones con un mensaje en el que se leía «ahí es donde quiero/estaré… en lo más alto»

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A pesar de su accidentado expediente médico, con cuatro operaciones en la rodilla derecha, el italiano no se ha ausentado de partido ni sesión alguna desde su incorporación a préstamo al conjunto granota. Después de su ilusionante debut, en la recta final del duelo ante la UD Las Palmas, Giuseppe completó su primer partido e hizo su primer gol en Sevilla; encadenaría otros 90 minutos en la jornada posterior, ante el Barça, y en el último mes no lo ha vuelto a hacer.

Dos goles en ocho minutos

Rossi visitará el domingo por segunda vez en su carrera Anoeta. La primera fue en las primeras jornadas de la 10/11, y terminó en derrota. Esa misma temporada, en su segundo y último cruce con los vascos, Beppe derrotó a estos él solito en El Madrigal (2-1) con un doblete anotador en solo ocho minutos.