El Levante disfrutó de Cruyff diez partidos y en el recuerdo aparecen más de un centenar de anécdotas. Uno de los hombres más próximos al jugador, Antonio Calpe, quien fuera jugador del Levante y del Madrid Ye-Ye, recuerda con mucho aprecio al ´14´ holandés. «Aún tengo en la cabeza el día que fichó. Me dijeron que iba a venir Cruyff y cuando llegue a casa se lo conté a mi mujer. Ella no me creyó. Me dijo que siempre me creía todo lo que me decían. Horas después le vimos por la televisión con la camiseta del Levante», asegura.

Antes de un entrenamiento, Antonio Calpe, quien se hizo cargo del equipo en las últimas jornadas, recibió a Cruyff en el vestuario. El holandés se acercó para preguntar mientras se fumaba un cigarrillo, ya sin opciones de ascenso en liga, cuáles iban a ser los ejercicios en esa sesión. «Haremos lo que tú quieras», le contestó Calpe. «Aquí venía, daba esos pases al primer toque que eran fueron de lo común», afirma.

«Está a la altura de los más grandes. Cuando hablas de Cruyff sólo puedes ponerlo al mismo nivel de Pelé, Di Stéfano, Maradona y en mi opinión también incluyo Puskas, que era sensacional», explica.

En esos diez partidos, Cruyff llegó en la recta final de una carrera que todavía cumplió algunos capítulos más en otras entidades. Eso sí, Calpe también hace memoria y recuerda el primer momento en el que conoció al ´14´ holandés. «Cuando jugaba en el Madrid, nos tocó enfrentarnos al Ajax de Amsterdam y había un jugador que nos volvió locos. Cuando llegamos al vestuario el entrenador nos gritó y nos pidió que paráramos a ese Flaco», explica. «Desde sus inicios se veía que era un futbolista diferente. Un jugador capaz de dominar el juego, el espacio y entender dónde y cuándo había que pasar el balón», aseguró.

Calpe sentenció hablando de Cruyff como una «gran persona». «Cualquier gran jugador debe ser también un buen compañero. Él lo era. Era un profesor, un maestro. Trataba de enseñar todo lo que tenía. Era solidario».