Ghilas ni aporta en el terreno de juego ni ahora tampoco fuera. El argelino no entra en las convocatorias desde el 14 de febrero y, según ha adelantado Deportes Cope Valencia, en uno de los entrenamientos de los no citados faltó durante la primera hora sin permiso y ha sido castigado con lo estipulado en el régimen interno de club. Rubi es muy estricto con los retrasos y no pasó por alto el del Nabil, aunque fuera en una sesión de los que se quedan sin vestir.

Cedido este verano en Orriols, con ocho millones de opción de compra, y con contrato con el Oporto hasta 2017, Ghilas presenta unos números desastrosos en el Levante: 20 partidos de Liga, 10 como titular, dos presencias en Copa del Rey y ni un gol. Y eso que en pretemporada rompió a marcar a su llegada, pero con el paso de los días fue perdiendo su estrella. Según sus allegados, la propuesta de Lucas Alcaraz era poco proclive para el lucimiento de los delanteros. Rubi le dio cancha ante el malestar de los aficionados que no entendían el excesivo protagonismo de un jugador sin pólvora, por mucho que en su presentación desbordara ambición y prometiera goles.