El tirón del desplazamiento a coste cero del jueves ha desbordado todas las expectativas, de manera que el Levante ha tenido que ponerse en contacto con el Granada para conseguir más entradas para la afición para el partido del jueves. El club ha logrado finalmente que todos los aficionados que lo deseaban estén en el Nuevo Los Cármenes apoyando a los de Rubi una vez ha quedado claro que con las 356 localidades solicitadas inicialmente no se puede cubrir toda la demanda. De hecho, en la mediodía de este martes, a la apertura de las taquillas para recoger el ticket del autocar y la localidad para el partido se han producido protestas ante la discrecionalidad del reparto (ya que no se prioriza a socios y accionistas) e incluso incidentes, que han requerido la presencia de representantes de la entidad y varias dotaciones policiales.

Los altercados entre seguidores han sido fruto del nerviosismo por la insuficiente oferta de entradas y, sobre todo, del intento de algunos por colarse. Seguidores mal posicionados en la cola han intentado evitar la espera (y en algunos casos, conseguido) pagando a aquellos que ocupaban los primeros puestos de la misma, ha cambiado de que estos últimos dieran también sus DNI cuando fuera su turno. La policía, para evitar más problemas de este tipo, ha paralizado el reparto y ha empezado a tomar nota de los nombres de los presentes, por riguroso orden, para confeccionar una lista. En arreglo a esta, y en función de las entradas de más que enviará el Granada, se ha realizado el reparto definitivo. Hasta ese momento, la mitad de las 356 localidades iniciales ya tenían dueño.

Con la ilusión por bandera, el Levante está dispuesto a abandonar el jueves la zona de descenso tras siete meses y 28 jornadas, un objetivo para el que necesita que el Sporting pierda o empate contra el Sevilla y, sobre todo, saldar con victoria la visita a GranadaGranada, donde estará acompañado por una marea granota en las gradas.