Este viernes, a menos de tres meses de cumplir 40 años, el capitán del Levante lloró como un niño. Como cualquier otro granota de a pie. Como los 578 valientes que habían estado la noche anterior en Granada. Lo hizo seguramente avergonzado por el 5-1 allí encajado y también consciente por las fatídicas consecuencias que este puede tener para su equipo: el descenso a Segunda División. Sus lágrimas cayeron sobre el mismo césped del Ciutat, en los instantes iniciales del entrenamiento vespertino, donde se rompió en presencia de Rubi.

La secuencia la captó la cámara de SUPER, poco después de que la plantilla al completo hubiera saltado al terreno. Eran las 18:30, media hora después del horario previsto; un retraso provocado por la charla de Quico Catalán en el vestuario. No era esta la primera visita del presidente, pero sí seguramente la última en pos de la permanencia; un objetivo matemáticamente al alcance pero que se antoja inabordable vista la puesta en escena del Nuevo Los Cármenes, u otras previas, en circunstancias similares, en Eibar o Vila-real.

Los reproches y la desesperada arenga del presidente, quien dos meses atrás había concedido ya una prima por victoria con tal de mantener la categoría, ahondaron más en la herida. En pleno calentamiento, Juanfran paró y rompió a llorar. El técnico acudió rápidamente a su consuelo, aunque este serviría de poco. Las imágenes muestran al capitán abatido, a pesar de que él no había participado en el citado encuentro por sanción.

El de Barona, único superviviente en la plantilla del último ascenso (hace seis años), se reincorporó a la sesión apenas un minuto después. Todavía con las emociones a flor de piel, inició la preparación de la visita del Athletic. Un duelo en el que ganar es innegociable para los azulgranas, en descenso (y casi siempre como colistas) desde la sexta jornada.

Para más inri, el 5-1 del jueves, además de distanciarlo a cinco puntos y el gol averaje de los granotas, se convirtió en un hito histórico en la Liga BBVA para el Granada. Hacía 42 años que los nazaríes no marcaban cinco goles en un partido de la máxima categoría, como ayer recordaba la agencia EFE: desde un 5-0 al Elche, en noviembre de 1974, en el antiguo campo de Los Cármenes.

Disculpa oficial del club

En la madrugada del viernes, con la goleada todavía reciente y casi 600 seguidores de vuelta de Granada por carretera, el Levante emitió un tuit pidiendo perdón por la imagen ofrecida en el partido. «El club pide disculpas a su afición por la derrota y agradece sinceramente el esfuerzo y el sacrificio de los aficionados que han venido», decía el mismo, que no sirvió de consuelo para los componentes de la caravana granota. Estos volvieron a casa pasadas las seis de la mañana.

La vuelta del capitán y la roja de Simao cambiarán el once

La sangrante derrota de Granada tendrá consecuencias en el once que se enfrente al Athletic, en el que el técnico medita introducir varias novedades. Una es obligada por la expulsión de Simao MateSimao Mate, pero habrá más a criterio de Rubi; sobre todo en la parcela defensiva. Una vez cumplido su sanción por acumulación de tarjetas, y visto de nuevo el paupérrimo rendimiento de Orbán, la vuelta de Juanfran al lateral izquierdo se antoja fija.

Con su cambio al descanso, Navarro fue uno de los señalados en el Nuevo Los Cármenes por el catalán, quien podría rescatar a Feddal tres partidos después como pareja de Medjani en el eje de la zaga. Con Lerma como opción para suplir la baja del mozambiqueño en el centro del campo, Pedro López gana enteros como ´2´ titular. Camarasa, Cuero, Rubén García o Casadesús, otras alternativas válidas para zarandear el once frente a los leones.