Hasta el partido contra el Athletic Club, a falta de cuatro jornadas, Mauricio Cuero nunca había jugado tantos minutos. Físicamente fino y tácticamente más acoplado, el fichaje más caro de la historia recordó al de Banfield y, aunque algo tardía, aprovechó la oportunidad que le concedió Rubi alineándolo de titular.

La temporada se termina, encima con mal sabor de boca, pero estamos viendo también al mejor Cuero desde que llegó en el mercado de enero

Ya, queda poco. Ha sido gracias al trabajo que se ha venido realizando que a poquito haya ido encontrando el nivel, pero eso no es lo importante, sino que el equipo saque estos tres partidos y esperar resultados para la permanencia.

¿Se había visto en una situación tan peliaguda como esta, en un equipo que lo tiene tan difícil para conseguir su objetivo

No, esta es la primera vez que me toca. Nunca había pasado por una situación así. Hay que esperar a las últimas jornadas y a los resultados. Se trata de estar a la altura: las experiencias hay que tomarlas con el mayor compromiso, porque a futuro te van a servir de aprendizaje.

Viene con otras expectativas y de golpe y porrazo al equipo le sale este final de temporada, ¿qué le dice su gente desde Colombia?

Que esté tranquilo. Son cosas que pasan en el fútbol y te da revancha, pero hay que tratar de asumirlo con responsabilidad y aprender en lo personal. Esperemos que con el apoyo de la gente de aquí y la de Colombia que me ve, todo eso me sirva para coger más fuerzas.

Empieza a verse al Cuero de los vídeos de Banfield. Teniendo en cuenta todos los condicionantes, ¿a qué porcentaje está de su capacidad?

Cada vez me veo mejor y siento que puedo dar muchísimo más. No puedo decir exactamente el porcentaje, pero sí que me estoy acomodando mejor con trabajo y con las indicaciones que me ha dado el míster. Sí que es verdad que al principio me costó muchísimo, pero con el trabajo y la confianza de los compañeros es una ayuda para mejorar a nivel personal. Ahora espero que siga teniendo más continuidad para poder estar mucho mejor.

Físicamente se le ve fino. De hecho ya lo estaba cuando llegó, apenas tuvo unos días de vacaciones.

El torneo allá fue largo, bastante exigente, y me ayudó en lo personal y lo físico. Acá, en lo físico no siento que me haya costado mucho. Es más en cuanto a lo táctico. Nunca había tenido la oportunidad de estar en un fútbol tan táctico. Me costó al principio, pero con la confianza del técnico y de los compañeros está yendo todo más rápido.

Le cuesta ir para atrás, pero para adelante siempre fue como un tiro.

Sí, siempre. En la parte de atrás también me gusta ayudar muchísimo a los compañeros cuando el equipo está agobiado, para darles aire. Los jugadores ofensivos tenemos que darles esa mano y en cuanto se pueda colaborar.

No sé si se ha cronometrado, ¿en cuánto le salen los 100 metros?

Nunca lo he probado (risas).

En 11 o 12 segundos estaría, menuda explosividad la suya.

Es mi virtud, mi fuerte. A los compañeros les digo durante la semana que me tiren el balón al espacio porque seguro que voy a ganar. Tratan de aprovecharme al máximo para ayudar al equipo en ese sentido.

Le van a faltar partidos: intenta hacer muchas cosas cuando sale y no sé si es contraproducente o es que también forma parte de su sello.

La verdad es que es mi estilo de jugar, siempre pensando obviamente que produzca jugadas de gol, peligro, contraataques...Trato de que mi velocidad sea explosiva y útil para el equipo.

¿Es el partido del Athletic Club en el que más cómodo se ha sentido?

Sí, la verdad es que sí. Es el partido en el que más minutos he tenido y por ahí me he sentido más cómodo. En los anteriores había entrado y me iba sintiendo mucho mejor. Lastimosamente tuvimos un empate que no nos merecíamos, perdimos el control en los últimos minutos y eso nos costó el 2-2.

El míster sugirió en una rueda de prensa la posibilidad de que jugara en punta, ¿se ha movido ahí?

Sí, en equipos anteriores jugué de nueve, también en Banfield. Acá no lo he hecho. El míster tendrá sus razones, porque obviamente hay cuatro delanteros más que siempre han jugado ahí. Mi virtud y por donde más le puedo colaborar al equipo es en banda, bien sea izquierda o derecha, pero si se da la oportunidad de jugar en punta trataré de colaborar también.

¿No le han contado la historia de Claudio López, ´El Piojo´, que vino para la banda y acabó de delantero?

No, sí lo vi jugar, pero no sabía la historia...

Con el disparo que tiene, le ha pegado poco a puerta, ¿no?

He tenido más la oportunidad de encarar y buscar el centro, pero lo trataré de hacer. Estoy tranquilo, siempre dije, también cuando no he jugado, que a poquito lo iba a obtener en los entrenamientos.

¿Siguen pendientes de usted desde Argentina?

Sí, sobre todo los compañeros y los directivos. El presidente de Banfield me llama para preguntarme cómo me está yendo porque hay una buena relación personal. Están pendientes de todo lo que sucede conmigo y me dan muchos ánimos de que todo va a salir bien.

¿Cómo cayó en el vestuario la remontada del Granada al Las Palmas?

Estamos pensando en lo nuestro, en ganar al Málaga independientemente de que el Granada gane o pierda. La idea nuestra es sólo ganarle al Málaga y de ahí en adelante esperar qué va pasando.

Dice el míster que le corroe pensar que el vestuario se dé por vencido, pero indudablemente es complicado rehacerse tras los dos palazos.

Mucha gente puede darnos por descendidos y lo entiendo porque estamos últimos: hemos podido sacar partidos pero no lo hemos hecho y encima en las últimas fechas no hemos dado buena imagen. La gente, como digo, puede pensar que estamos descendidos, pero vamos a luchar hasta el final para sacar esto.