La primera plantilla echó el cierre a una temporada para olvidar con un entrenamiento en el Ciutat con demasiadas risas. Rubi no varió su metodología habitual y la despedida fue a puerta cerrada. Los medios de comunicación solamente tuvieron los primeros quince minutos para captar imágenes. Una medida para evitar captar el cachondeo que se vivió en el adiós de un equipo que descendió dos jornadas antes del cierre de Liga y que ha acabado como colista.

En una hora y cuarto de 'entrenamiento' disputaron un partidillo a campo completo en el que jugaron hasta los miembros del cuerpo técnico y con los jugadores en posiciones cambiadas, con Deyverson y Lerma de porteros. Hubo mensaje de despedida de Quico Catalán y también apareció Manolo Salvador por las oficinas ya con el entrenamiento acabado.

Como cada final de temporada, los jugadores se marcharon con los bártulos que les quedaban en el vestuario, casi todos con el cartelón personalizado de su taquilla, y a la salida les esperaron unos cuantos aficionados que se llevaron camisetas, pantalones, guantes, botas e incluso David Navarro le regaló a uno de los chavales su cartel firmado. Casi todos salieron por la puerta habitual, aunque hubo algunos que tenían su coche en el garaje interno del Ciutat.

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