El exdirector deportivo del Real Oviedo, ahora mano derecha de Tito, tiene las ideas claras y habla a toda mecha de ellas. Conocedor del fútbol valenciano, apuesta por un regreso a los orígenes y aunque se declara en fase todavía de estudio de los males del Levante, lo cierto es que por las cosas que dice y pronostica ya tiene bastante claro qué es lo que ha fallado.

Lo primero, el entrenador, ¿no?

Sí, lo normal es que lo primero que se haga es el entrenador porque es un pilar básico para el proyecto. Estamos sopesando varias alternativas. Tito está teniendo reuniones con los perfiles que consideramos que pueden ser adecuados y en función de ellas tomaremos decisiones.

Se dice que Tito no es un director deportivo «fichador», ¿eso significa que Carmelo del Pozo sí que lo es?

No, lo que significa es que se ha buscado un modelo diferente de dirección deportiva. Todo está bajo el amparo de Tito, que es una persona idónea y preparada para lo que le piden el Consejo y Quico (Catalán). Es decir, para reestructurar la parcela deportiva, reencontrar los valores que el Levante tenía con anterioridad y buscar una identidad propia para todo el club, desde la primera plantilla al fútbol base.

¿Es usted al que le va a tocar ´bajar al barro´ en los despachos?

La sensación que tengo es que va a ser un trabajo en el que todos vamos a tener que aportar nuestro granito de arena, tanto los que entramos nuevos como los que ya estaban aquí, que son gente preparada y capacitada. La última palabra la tendrá Tito e intentaremos confundirnos lo menos posible.

¿Ha estado viendo jugadores ya?

Llevo todo el año haciéndolo. Al final el perfil que pueda plantearse para un proyecto como el del Oviedo es similar al del Levante: jugadores con mucha personalidad y experiencia, capaces de entender la exigencia de un club de magnitud.

La idea de Tito de ficharlo venía de largo, no ha sido flor de un día...

Personalmente nos conocemos desde hace mucho tiempo, desde la época del Benidorm. Con los años ha habido varios momentos en los que profesionalmente hemos coincidido. Él hizo un trabajo en AFE donde no era un director deportivo al uso pero sí hacia una labor de encontrar equipo a muchos jugadores, que es a lo mejor más difícil. Alguna vez he estado en el comité de elección de jugadores para Sesiones AFE. El año pasado una de esas sesiones se hizo en Asturias, en la Ciudad Deportiva del Oviedo.

Casi todos los nombres de entrenadores han coincidido con ustedes.

Lo primero es que no están todos los que son ni son todos los que están. El entrenador idóneo para el Levante debe tener unas expectativas profesionales y de valores, porque al final creemos que el éxito de un técnico de Segunda División va marcado con independencia de sus conocimientos por un aspecto de conocer y manejar una buena dinámica de grupos, que es fundamental para competir en Segunda. Esos son los valores iniciales y luego hay otros añadidos que Tito quiere perfilar: sacrificio, humildad, respeto, calidad, fútbol... Esa línea la quiere marcar Tito desde arriba a abajo y en la cantera también va a resultar fundamental.

Del Pozo: "Con 15 jugadores de fuera no hay valor ni sentimiento"

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¿Va a estar sólo en el primer equipo o su trabajo será más integral?

Estamos aún aterrizando y conociendo a la gente y la estructura del club, que es de primer nivel profesional pero Tito quiere darle su identidad. A partir de ahí perfilaremos todo, pero sí que creemos mucho en el trabajo de equipo.

Baja de escalón, de director deportivo a secretario técnico aquí.

No lo veo bajar de escalón, los nombres son una cosa y los cargos otra. En el Oviedo mi cargo era de director deportivo pero resulta que por encima tenía a una persona que era el asesor deportivo del club. Lo importante son las funciones y el trabajo, creer en lo que vas a hacer, y en ese sentido yo estoy satisfecho.

¿Ha encontrado lo que esperaba?

Si hablamos de la estructura del club no somos quiénes para analizarlo: es una forma de trabajar diferente que coincide con los años más exitosos del Levante y no creo que se pueda criticar. Lo que Tito le presentó al Consejo es un formato diferente y les pareció una idea muy buena. En el aspecto de vestuario, evidentemente cuando un equipo baja es que hay cosas que no se han hecho bien en lo personal ni lo profesional. Igual que hemos hablado de un análisis personal y profesional para elegir al entrenador, esos aspectos también son la parte más importante en un vestuario para conseguir éxitos deportivos.

¿Hacen falta referentes?

Siempre es importante tener valores y esos valores se tienen que unir a una serie de pilares que muchas veces van en función de la edad y otras no. Hay gente joven que puede estar preparada para asumir ese rol o mando en un vestuario y por contra puede haber gente que sea veterana y que no lo tenga. Queremos que haya jugadores que han estado en el club que den el paso adelante y cojan ese rol. Y vamos también a buscar a jugadores de ese perfil seguramente.

En el Oviedo su política tenía mucho que ver con el rendimiento y los contratos que firmaba eran cortos.

Es la política de México, contratos cortos, a rendimiento corto...

La parte internacional en los fichajes era casi exclusivamente cosa de la propiedad, ¿le tocará reciclarse en esa faceta de su trabajo?

El club está configurado con un dueño que está a 15.000 kilómetros y que es el que decide la política del club en cuanto a fichajes, traspasos... absolutamente todo. En la categoría en la que ahora estamos, el núcleo debe ser fundamentalmente de jugadores que conocen la categoría. Igual que en el caso del entrenador, un jugador tiene que saber dónde viene a jugar. Si esa situación no nos la genera el mercado nacional, tendremos que ir al internacional, pero por las facilidades de plataformas audiovisuales y demás ese trabajo es ahora más sencillo de hacer. En Segunda A mi opinión es que el Oviedo no necesitaba a un jugador de fuera que no supiera cuál era la magnitud del club.

Es un buena conocedor del mercado de la Comunitat, ¿eso se puede traducir en una revalencianización?

Lo que creo es que el Levante tiene una denominación de origen y un valor que tiene que hacerse fuerte con ello. Entiendo que en una plantilla de 20 y tantos jugadores el valor de los jugadores de la cantera y la Comunitat es fundamental. Una plantilla no puede estar constantemente firmando a 15 jugadores de fuera: no hay valor, no hay sentimiento. Eso se hace o trayendo a gente de la zona que tenga ese nivel o con gente de la cantera, que es lo que se ha intentado con Roger y Jason, conocedores de la categoría y criados aquí.

Jorge Molina es valenciano.

Tenemos cuatro delanteros: Víctor Casadesús, Rafael Martins, Deyverson y Roger.

Y cuatro extranjeros.

El mercado va a ser el que te marque las salidas y las entradas. No hemos hecho movimientos porque lo que debemos hacer antes es tener un conocimiento exacto de los jugadores que tenemos y que pueden subir de la cantera y darles un valor pese a los errores que se hayan podido cometer esta temporada.

¿Se han encontrado un trabajo previo hecho en cuanto a fichajes?

No.

¿Morales y Camarasa son de esos futbolistas a los que dar valor?

Lo primero que queremos es que todos los futbolistas nos digan que quieren estar en el Levante. Entendemos que cualquier jugador que ha estado en la plantilla es bueno y que no tiene que dejar de serlo. Lo que tiene que estar es implicado.

¿Alguno ha dado ya el paso atrás?

Es un momento difícil porque acabas de bajar y anímicamente estás en un momento de dudas. El escenario es muy distinto entre Primera y Segunda, más duro, de menos repercusión de cámaras, más trabajo y sacrificio. Hay que mentalizarse de que vas a encontrarte con eso 12 meses, no un partido.

¿Les han marcado plazos?

Les hemos dado un poco de margen para que respiren y desconecten del fútbol y que desde esa distancia puedan ver un poco lo que se van encontrar el año que viene.

Están haciendo una plantilla para ascender.

Estamos haciendo una plantilla para competir cada partido. No se puede plantear un escenario de ascenso por la estructura del club o la cuestión económica porque en la Segunda rápidamente te parten la cara, como le ha pasado al Almería.

En las tres temporadas que han firmado, el ascenso sí es obligatorio.

Las miras de los objetivos los marcamos a largo plazo; el corto sólo hace que despistarte, si bien es cierto que el club tiene claro cuál es el camino a recorrer. Si marcamos unas buenas bases, estas nos van a llevar al objetivo final que todos tenemos claro cuál debe ser.

¿Cuáles son las posiciones prioritarias que tienen que reforzar?

La prioridad es el entrenador. Después, jugadores con contrato. Y a partir de ahí empezaremos a ver las necesidades que tiene el equipo.

Hay posiciones con carestía de inicio. Por ejemplo, centrales.

Sí, es evidente que es un puesto muy específico.

¿Qué van a hacer con Juanfran y David Navarro?

Son jugadores que han tenido un valor muy importante en este club y Tito va a hablar con ellos.

¿Podrían seguir deportivamente?

La ventaja es que Tito tiene unos conocimientos importantes de la categoría y de lo que es el Levante. Puede haber jugadores que en el cuerpo a cuerpo entienda que son válidos pese a no tener contrato y viceversa. Es un momento de analizar bien a cada persona.

¿Cómo de necesario es el liderazgo de vestuario en un caso como el del Levante que viene de una temporada en la que eso le ha fallado?

Cualquier vestuario necesita de un liderazgo o bien por el grupo o por el entrenador que lo asuma. Entendemos que lo necesitas de una manera u otra. Lo normal es que den un paso adelante ambas partes. Que tengas un entrenador que sea buen canalizador de grupos y un vestuario con jugadores que te den criterio y una idiosincrasia propia.

¿Qué ha pasado para descender?

Es por lo que estamos yendo paso a paso y con tranquilidad. Hay que analizar el porqué de las cosas, no todo es suerte ni casualidad. Queremos saber porqué esta plantilla que individualmente es de jugadores con un valor importante no ha dado lo que tenía que dar de sí y eso ha desencadenado en el descenso. Estamos aún en ese proceso. Cuando lo tengamos claro, sabremos el camino a seguir. Si la conclusión es que ha sido una situación puntual, la tendremos que atajar. Y si es general, tomar una decisión más drástica y cambiar más cosas.

Con Rubi ya han sido drásticos.

Rubi es un entrenador capacitado y Tito tenía claro que tiene un nivel adecuado para Segunda A, pero empezando un proyecto con una situación tan difícil tras el descenso se entendió que era momento de trabajar en otro línea.