La negociación abierta con el Sporting para el traspaso de Mariño ha descubierto las verdaderas intenciones de los granotas: renovar la portería. Tito apuesta también por lavar la cara del equipo entre palos, aun con mayores urgencias en el eje de la zaga y dos porteros en nómina. Rubén Martínez lleva un mes el mercado, mientras que el nombre de Diego ha irrumpido en el mismo definitivamente a raíz del interés gijonés, que podría derivar en traspaso en los próximos días. Su fichaje es una apuesta personal de Nico Rodríguez, director deportivo del conjunto astur, quien se muestra dispuesto a afrontar los 300 mil euros que el Levante solicita por la operación.

En Orriols quieren recuperar la inversión que hicieron hace un año por Mariño, al que compraron por entonces al Valladolid. Su contrato acaba en 2018, como el del otro cancerbero de la plantilla, y su continuidad no supondría un quebradero de cabeza para él ni para el propio club. En cualquier caso, los granotas no lo declararon intransferible en ningún momento y asumen sin rasgarse las vestiduras la posibilidad de tener que buscar dos porteros en lugar de uno a lo largo de este verano. La salida de Diego, unida a la llegada al banquillo de Muñiz, valedor en su día del fichaje por el Málaga de Rubén Martínez, podría suponer finalmente la permanencia de este como suplente si no llega hasta las oficinas una oferta interesante. El Almería, del que llegó hace un año, ha sondeado la llegada del que fuera titular en el Levante en el primer tercio del curso recién concluido.

En el sondeo inicial de posibles sustitutos, el Levante se ha llevado la negativa de Isaac Becerra. Acababa contrato con el Girona y ya tenía firmado desde hace meses un contrato con el Valladolid, como se ha anunciado esta misma semana. Otra opción a valorar es la de Yoel Rodríguez, al que el Valencia debe dar salida „vía cesión o resción„ al ser el cuarto meta de la plantilla a su vuelta del préstamo en el Rayo.

El mercado ofrece un buen número de posibilidades, tanto en Primera como en Segunda; incluso en el extranjero. Son muchos los clubes en la categoría que andan detrás de refuerzos en esa misma posición, en la que sobresalieron Serantes, Pacheco o Dmitrovic durante el pasado curso. Tito y Muñiz coinciden en la necesidad de acertar el tiro, ya que creen vital la seguridad entre palos para el buen fin del proyecto, que no es otro que el ascenso. El recuerdo de Keylor, vendido al Madrid en 2014 por 10 millones, sigue rondando Orriols.