Muñiz ha empezado fuerte. Exigencia, disciplina y sentimiento colectivo son los pilares sobre los que pretende sostener desde el primer día a ‘su’ Levante, consciente como es —así se lo trasmitió Tito y lo reconoció públicamente el ya excapitán, Juanfran— de que la ausencia de estos lastraron a la plantilla a lo largo de la pasada temporada. No hay sitio para privilegios o actos de indisciplina. Tampoco para ‘grupitos’, para evitar una nueva autrodestrucción interna.

El técnico asturiano, como apuntaba en la entrevista concedida a SUPER, quiere que «el vestuario sea un piña, que cuando el compañero necesite ayude, este el resto para ayudarle». Sin distinciones entre nacionales y extranjeros. Entre amigos y compañeros. Una «gran familia», que ya logró el pasado curso en el Alcorcón, con un objetivo común claramente definido: el ascenso a LaLiga a final de curso.

En su intento por liderar el vestuario, como le encomendó el director deportivo cuando lo fichó, apuesta por tener 22 jugadores en nómina. «22 titulares», que entrenen «todos al mismo nivel» y que vayan al máximo desde la jornada inaugural. Sin dosificar fuerzas. Una premisa que ha quedado clara desde que arrancase la pretemporada, el miércoles. De partida, después de 50 días de vacaciones, Muñiz se ha negado a conceder jornadas libres para acelerar al máximo la puesta a punto física. Su mensaje es ‘trabajo, trabajo y trabajo’.

Son las jornadas con una única sesión, como la de este domingo, el mayor respiro que va a brindar a sus pupilos en el tramo inicial de la pretempoada. Aunque se jugara la final de la Eurocopa, programó dos entrenamientos. Lo que sí que hizo fue adelantar el horario del segundo —de las 19:00 a las 18:00— para que todos, los jugadores, y él mismo, tuvieran tiempo de ver el Francia-Portugal en casa.

Muñiz reclama a la plantilla responsabilidad en sus actos y comportamientos, tanto sobre el terreno de juego como en su vida privada. Pretende evitar que esta tenga repercusiones negativas sobre el rendimiento individual y colectivo; el toque de atención que se llevó el primer día entre otros Casadesús, por su falta de trabajo de vacaciones, es el ejemplo. Su resumen es muy sencillo. «Al final, lo que vamos a intentar es estar en las mejores condiciones físicas y mentales».

El espejo del Alcorcón

El asturiano aboga por replicar en Orriols, con la ventaja de contar con más recursos, a su anterior equipo. Los alfareros destacaban por ser su eficiencia, solidaridad e incomodidad para el rival. A base de «mucha fuerza de voluntad», superó los malos momentos —como reconoció el propio Muñiz— y permaneció de la primera a la última jornada liguera entre los ocho primeros de LaLiga2. De aquel bloque ha llegado ya al Levante Natxo Insa, y podría no ser el último. Chema, David Rodríguez y Óscar Plano son otros jugadores del Alcorcón vinculados a este ‘nuevo Levante’.