Fin a las especulaciones: Morales se queda. Tito y Carmelo, desde su llegada, no concebían un proyecto sin el madrileño, al igual que Quico Catalán, que antes incluso de la llegada de la nueva dirección deportiva, le hizo saber que tenía el cartel de intransferible, que era primordial para regresar a la máxima categoría. El descenso a Segunda le había puesto en el mercado, pero al igual que el club ha apostado por Morales, el jugador ha cerrado definitivamente cualquier posibilidad de cambiar de aires y ha decidido que su sitio está en Orriols, que quiere ser uno de los comandantes de Muñiz, como ya lo está demostrando en pretemporada. Ha echado raíces en el Levante, es feliz como granota y en ningún momento le ha pasado por la cabeza emprender una medida de fuerza por muchos equipos que han sondeado su fichaje. Implicación, profesionalidad y compromiso al cien por cien.

El ´caso Morales´ no tendrá más capítulos, ha acabado, aunque desde el club apenas lo hubo porque la percepción sobre el ´11´ era férrea: es patrimonio del club e innegociable para recuperar el terreno de perdido. Además, cada vez con más galones desde que llegara en 2011 al filial a coste cero. Y el centrocampista, agradecido al Levante por ser el club que le abrió las puertas de Primera, previo paso de una cesión en el Eibar donde consiguió el histórico ascenso armero. Curiosamente, uno de los equipos que ha movido cielo y tierra para recuperarlo, el de la oferta de cesión de 150.000 euros que le ha valido para mantener su salario de Primera en Segunda, aunque ni mucho menos eso quería que su mente estuviera lejos del Ciutat. Quico tenía claro que Morales iba a ejecutar en tiempo y forma la opción de escape que aparece en su contrato para no ver reducidos sus emolumentos, así como el propio extremo conocía la respuesta del club de antemano. «Lo que pretende es defender su contrato, más que demostrar que quiere irse. No está generando ninguna situación de fuerza para salir, ya que asume la posición del club», declaraba el presidente Catalán en su día, coincidiendo con el acto de la presentación de los pases 16/17.

El Levante es consciente de que Morales no es un jugador de Segunda División. El lema ´Contigo, volveremos´, que rodea a cada incorporación, también podría extrapolarse al ´Comandante´. Con él, Muñiz sabe que tiene desequilibrio y ese puñado de partidos necesarios para pelear en una categoría con tanta igualdad. En la pasada temporada, la más difícil del Levante en el último lustro, Morales batalló por la permanencia hasta que no hubo solución, haciendo además oídos sordos a los elogios y los ´cantos de sirena´ que incrementaron a la conclusión del curso. Sevilla, Betis, Espanyol, Alavés, Málaga, Sporting, Granada, Leganés, Deportivo y Eibar han preguntado por su situación, como también equipos de la Premier, de Turquía y de Grecia. Y la respuesta del Levante, a todos, ha sido la misma: vale 10 millones de euros, los de su cláusula de rescisión. A las oficinas del Ciutat han llegado varias propuestas, entre ellas una de 3 ´kilos´ del Olympiacos de Víctor.

Del mercado nacional, el interés del Eibar de Mendilibar ha sido uno de los más en firme. Fran Garagarza, su director deportivo, fue muy tajante a finales de julio a la hora de reconocer que era uno de sus preferidos para cualquiera de los dos costados de ataque. ¿Hay opciones de que el madrileño vuelva al Eibar?, se le preguntó para poner fin a las especulaciones: «Voy a ser muy claro. Igual tiene 15 llamadas mías y 60 WhatsApps y no me ha respondido a ninguno», reveló. Ese silencio le llevó a pensar que «el jugador no tiene mucho interés en venir». Admitió que «el Eibar sí le ha querido en su momento pero si no responde...». Además, Garagarza insistió en que «el Levante es muy tajante y tiene claro que no lo va a malvender». «Tienen un contrato con él que asumen aunque han bajado y creen que es clave», añadió.

Con dos campañas más de contrato y una tercera adicional por partidos, la idea del Levante ha sido firme desde el principio. Quico y los nuevos responsables de la parcela deportiva estaban de acuerdo en hacer un esfuerzo para retenerle ante el riesgo de reducir el margen de maniobra a la hora de confeccionar el proyecto. El club lo eligió para ser uno de los modelos en la presentación de las nuevas camisetas, junto a Pedro López, Rubén García y el guardameta Raúl, y él quería dar un paso adelante en el estatus de la plantilla. Tanto que se quedó muy cerca de ser uno de los tres capitanes elegidos por la plantilla (Pedro López, Verza y Rubén García). El cuarto lo escogerá Muñiz, en principio será Natxo Insa, pero el míster asturiano le dijo que estuviera tranquilo, que si al final no es su elegido, es uno de sus líderes para el ascenso. Como un capitán, aunque sea sin brazalete.