No hay duda de que Orriols le ha cogido rápidamente el gustillo a LaLiga 1|2|3. El verano ha servido para que club, plantilla y afición cambien el paso, por mucho que el cántico que resuene en el Ciutat sea el mismo de antaño: el ´Sí se puede´ de despedida de Levante Fans. La agonía ha mutado rápidamente en satisfacción, prácticamente euforia, con las aspiraciones de ascenso y la sobresaliente puesta en escena en la competición como excusa. El objetivo está todavía a 40 jornadas vistas, pero el proyecto apunta alto. Como lo hizo este domingo el pistolero, Roger, bigoleador en apenas media parte frente a un Alcorcón mucho menos fiero de lo que lo pintaban.

Tal fue la diferencia entre los pupilos de Muñiz y su exequipo que al partido le sobraron los segundos 45 minutos. Estos solo valieron para acumular elogios y aplausos de la grada. Ni el desgaste físico ni el ataque de honra alfarera pusieron en peligro la victoria del cuadro azulgrana, único que lleva dos de dos en la categoría. El liderato actual no sirve de nada, está claro. Los puntos que se han puesto de por medio con los rivales directos (Rayo y Almería están a cinco, por ejemplo), sí que pueden sin embargo ser de provecho en un futuro.

No hubo nervios por el estreno, sino criterio, adrenalina y trabajo. El Levante, con Roger ´caliente´, empezó como un tiro. A poco que presionaron Morales y el ´9´ a la salida del balón de los visitantes, el portero de estos concedió un despeje erróneo y la posterior reacción en cadena. Campaña controló en la media y asistió al ariete, quien con una carrera entre los centrales y un certero zurdazo inauguró el marcador. Apenas se habían jugado seis minutos.

A Contra se le llevaban los demonios en la banda al ver que los suyos habían levantado ya la bandera blanca. Las ocasiones, pero sobre todo el dominio, eran patrimonio granota. Morales volvía a loco a Nelson por izquierda, Jason amenaza en cada aparición por la derecha, mientras que Insa, Espinosa y Campaña campaban a sus anchas por el centro del campo.

Las pifias se amontonaban en el bando alfarero. Por un lado, Dmitrovic regalaba un balón aéreo, que Roger no acertaba a cabecear a la red. Por otro, la zaga entregaba otro balón en ventaja a los granotas, aunque el consiguiente dos contra uno terminaba con un derechazo de Jason junto al palo por el exceso de ímpetu en el pase del ariete.

Sin exigencias en la marca, Pedro sacó su lado más agresivo y pisó el área contraria casi de continuo. En la última de sus irrupciones previas al descanso, y tras una combinación con Jason, se sacó un centro al segundo palo que Campaña envió a la cruceta. Roger, atento al rechace, sacó a pasear de nuevo las pistolas y terminó por desangrar al conjunto alfarero.