Promesa cumplida. Lo recordó el presidente de la Delegación de Peñas, Gabriel Salinas, al principio del acto en el que Quico Catalán rindió cuentas ante los aficionados en un acto de «transparencia y cercanía». El presidente, al que acompañaron los consejeros Luis Calero, Francisco Fenollosa, Javi Martínez y Ramón Vilar, dio detalles sobre el plan estratégico que ya había diseccionado ante la Fundación. «Empezamos a trabajar en él en 2010 y ahora se ha rediseñado hasta 2019 con el descenso», dijo Quico, que dividió su exposición en tres apartados: el proyecto deportivo, el no deportivo y el patrimonio inmobiliario.

Sobre el deportivo, Quico explicó los conocidos cambios en la estructura, lo que no significa que el modelo anterior fuera «incorrecto» sino que debía ser «diferente». Los objetivos de la nueva dirección cúpula, con Tito al frente, son «recuperar el ADN granota, fortalecer la escuela, captar talento y potenciar el espíritu de pertenencia». En lo que respecta al apartado no deportivo, el presidente insistió en que el reto es «poner el contador de la deuda a cero». Para conseguirlo, el camino es «la autoregulación y la rigurosidad». Y es que, según detalló, «hemos sido muy estrictos a la hora de establecer los límites de valor de la plantilla». La mochila del concurso cada vez pesa menos. «A día de hoy, desde el descenso, se ha reducido la deuda en tres millones de euros», desveló Quico, que también adelantó la presentación de un presupuesto «solvente» y de «un superávit». De los 90 millones heredados de pasivo ahora se está «por debajo de 29,5» Y Quico, además, sigue convencido de que en unos meses será incluso inferior a los 27».

Respecto al tercer apartado, el inmobiliario, el tema estrella fueron las mejoras del estadio. Tras reforzar el graderío desde el pasado junio y cambiar las butacas, la sigiente fase es la del tercer anillo, que se llenará con mensajes motivadores. También se reforzarán los pilares. «No es que el estadio se caiga, no os preocupéis», bromeó el presidente ante los cerca de 100 asistentes, quienes escucharon de su boca algunos de los pormenores sobre la futura Ciudad Deportiva en Nazaret: «Tengo que ser muy riguroso y discreto, pero no puedo ocultar que es verdad. El deseo es que nuestra escuela esté lo más cerca de València posible y si es en València, mucho mejor. Es un proyecto a medio plazo pero hay avanzado mucho».

El remate de la explicación del plan estratégico fue el aspecto social. En este sentido, Quico trasladó su satisfacción por la respuesta a la campaña de abonos pese al descenso. «Nos hemos hipotecado mucho», recordó por la apuesta de que la renovación del pase será gratis si hay ascenso. «Pero le hemos dado prioridad a la afición. Nuestro gran reto siempre ha sido consolidar la masa social. Pido disculpas si nos hemos equivocado; hemos tenido vuestro apoyo sin pedirlo por esos 14.000 abonados que ahora tenemos», aseguró el presidente, que aportó el curioso dato de que «la recaudación en taquilla en concepto de entradas está siendo superior en Primera División que en Segunda».

Apoyo a los aficionados

Preguntado por las multas de Antiviolencia de entre 300 y 1.000 euros tras el partido contra el Zaragoza y el comunicado de Levante Fans informando de que dejarán de animar hasta «nueva orden», el presidente confirmó que de los once castigados, sólo dos son aficionados del Levante. «Somos una afición ejemplar y allá donde vamos nos lo reconocen. Por situaciones aisladas no podemos poner en entredicho el éxito rotundo de la grada de animación. No podemos decir que la afición del Levante no sea correcta por un corte de mangas», señaló Quico, que reconoció el compromiso existente en contra de la villencia: «A quien no cumpla le quitaremos el abono y lo saben».

Baño de masas en la cena de peñas

Muñiz y Tito se dieron un baño de masas en la cena de anoche en la Delegación de Peñas. Sobre todo el entrenador, que fue sin duda el más ovacionado y al que no acompañó ningún miembro del cuerpo técnico. «Es un placer estar con vosotros, compartir lo que nos inquieta, une y agrada. Quiero agradeceros la acogida a todos, el apoyo. Esa cercanía nos hace dar ese plus», explicó Muñiz en un breve discurso. «Es un placer marcharnos a casa si vosotros os vais contentos, al margen de los resultados es nuestra obligación y satisfacción», dijo el técnico.

También Tito, otro de los artífices del cambio experimentado por la plantilla, se dirigió a los asistentes para agradecer su apoyo y sobre todo para decirles que en los momentos de dificultad va a ser «cuando más os necesitemos». Presente también en esta parte de la velada, Quico Catalán no dejó pasar tampoco la ocasión de elogiar que los aficionados continúen «dando guerra». Como maestro de ceremonias, Salinas, que tildó de «espectacular» el trabajo de Muñiz, deseó que este tipo de convocatorias se instaure a lo largo de la temporada.