Róber Pier irrumpió en el Martínez Valero para demostrar que el teórico ‘plan B’ también está preparado y sabe sufrir. Muñiz sorprendió dando la titularidad al gallego de Oleiros junto a Chema. Sin hacer ruido y alejado de los focos, su respuesta fue inmejorable. Ni antes se sentía sin opciones ni ahora saca pecho. Jugó en Copa y la eliminación eclipsó su rendimiento. En Elx ha ganado puntos. Ha sido su reivindicación. Desde la prudencia y el anonimato quiere seguir creciendo en Orriols, aunque «lo más importante es que todos estemos preparados para competir en beneficio del grupo». Róber no tiene tanto cartel como los otros centrales, pero la dirección deportiva apostó por él para una demarcación que ha cambiado radicalmente. Era un fijo en el Fabril y tuvo apariciones contadas en la primera plantilla del Deportivo. Su tercer partido oficial le costó un diente, curiosamente en la ida de los octavos de final de Copa ante el Mirandés de Raúl Fernández. «Aún no he hecho nada», repetía cuando empezaba a sacar la cabeza con Víctor en los mayores. Hasta le confundían con su compañero Cardoso y le preguntaban quién era cada vez que le pedían una foto. En Liga participó en las derrotas ante el Atlético y Madrid en el Calderón (3-0) y Riazor (0-2) respectivamente.

Sin Postigo, el socio de Chema fue Róber. Su primera titularidad —también su debut liguero— fue alegrón y una satisfacción tras un «desgaste colectivo». «En lo único que pensé cuando el míster confió en mí para ser titular fue en ayudar al equipo, en rendir lo mejor posible para ganar. Siempre entreno a tope para mantener la competitividad en el grupo y esta vez me ha tocado a mí. Lo mejor es la satisfacción que uno siente al sumar los tres puntos», afirma el protagonista. Un día señalado que va para todos los que le han felicitado, sobre todo su gente de A Coruña. «Me apetecía vivir una victoria en el campo. Me sentí bien, nada nervioso, con confianza y según iba pasando el encuentro mejor y al final, evidentemente, cansado, algo normal porque la inactividad se nota, pero con la victoria se lleva genial», añade.

Tito y Carmelo tenían claro que había que echar el resto en el centro de la defensa. Hubo que pasar por caja para firmar a Chema, Postigo y Saveljich. La apuesta más desconocida y económica era la de Róber, que presentó su candidatura en el Martínez Valero. La euforia de su partidazo no le hace variar la humildad que ya lleva de base y que el técnico Muñiz ha reforzado con sus mensajes. La inactividad no le pasó factura en ningún momento, sobre todo cuando el Elche apretó por la urgencia del marcador en contra. «Lo más importante es el grupo, el equipo, que sea competitivo, para eso es hay que trabajar juntos y estar unidos en cada entrenamiento. Unas veces le tocará jugar a unos y otra a otros, pero lo que es esencial es que todos estemos preparados para competir. Bendito problema la competencia. Chema y Postigo han estado espectaculares y esta vez me ha tocado jugar a mí y he puesto mi granito de arena para que el equipo ganara», argumenta el ‘4’.

«Es un bicho, un gran jugador, a su lado es fácil jugar y nos entendimos muy bien», afirma Róber Pier sobre Chema, pero le da todavía más valor al trabajo colectivo: «Esta categoría es muy competitiva y tienes que pelear y sufrir hasta el final para llevarte los puntos. El Elche nos puso las cosas difíciles, apretó, pero esto es parte de la categoría. Tenemos claro que debemos ser un grupo serio, competitivo, organizado desde la defensa, no encajar goles. Así nos llevaremos muchos partidos como este último por el detalle del golazo de falta de José».