Su aversión al protagonismo y a la euforia desmedida invitan a pensar en un festejo íntimo. Familiar. El caso es que Muñiz cumple años (48), y la efeméride es digna de celebración en Orriols. No tanto por la fecha en sí, como por la positiva repercusión que ha tenido hasta ahora la presencia del asturiano en el banquillo del Levante. Este lidera LaLiga 1|2|3 LaLiga 1|2|3con la misma autorida y solvencia que su técnico demuestra en el día a día.

El sufrido empate del domingo ante el Getafe humanizan al equipo y a su entrenador, a los que se les empezaba a considerar infalibles incluso por los adversarios. El ascenso no es tarea fácil, que duda cabe, pero con Muñiz, y la diversidad y calidad de la plantilla que este maneja, la temporada apunta a éxito. Puede ser el mejor año en la carrera como entrenador del gijonés; a estas alturas iguala sus mejores registros, los de la 07/08 con el Málaga, con el que sumaba también 27 puntos en 12 jornadas y acabaría ascendiendo con cierta holgura.

El asturiano no se cansa de repetir que "esto no ha hecho más que empezar" y que la importante es mantener la regularidad. El curso pasado, con un equipo de recursos más limitados, como el Alcorcón, estuvo las 42 jornadas entre los ocho primeros y solo el golaverage le impidió jugar la promoción.

Los jugadores repiten el mantra del técnico, quien les tiene ganados para la causa (al menos, de forma mayoritaría) por su rectitud en la gestión del vestuario y de los minutos. Lo que hace parece fácil pero muchas veces es difícil: premia los estados de forma sin tener en cuenta nombres ni situaciones. Que le pregunten sino a Espinosa, protagonista e indiscutible hasta hace bien poco en las alineaciones; en su tercera suplencia consecutiva, fue cambiado 36 minutos después de haber entrado en el campo. Los cambios llegaron en su momento incluso a la portería, que empezó defendiendo Remiro y en las últimas semanas ha ocupado Raúl.

Fueron esa justicia y capacidad para tomar decisiones sobre la marcha dos de los motivos que decidieron a Tito y Carmelo del Pozo a encargarle el proyecto, por delante de otros candidatos seguramente con más gancho: Sergi o Milla, por ejemplo, El 14 de junio en su presentación, el asturiano ya dibujaba las líneas a seguir y recordaba que su Levante no iba a ser "un ex de Primera, sino un equipo de Segunda". A poder ser solo este año, para volver a la máxima categoría en verano. La consecución del objetivo supondría la ampliación por un año de su contrato.

De inicio, en Laliga 1|2|3, ya ha utilizado a 22 de sus 23 futbolistas. Saveljich no es una excepción cualquiera; su condición de fichaje más caro del verano no le ha reportado ninguna prebenda del técnico. Este sí que ha echado mano del central un par de veces sobre la marcha, forzado por las circunstancias. Muñiz descifra los partidos y no duda en introducir los retoques necesarios; el balón parado también forma parte de su repertorio táctico, aunque los goles encajados en contra en estas situaciones también estén por encima de la media.

Conoce la categoría y los límites del equipo, cuyos registros utiliza en función del rival. En Segunda nunca ha perdido más de dos partidos consecutivos (con el Levante solo lleva una derrota) lo que hable bien a las claras de su competencia y competitividad.