"Sería un vicio por mi parte pedir refuerzos, si nos quedamos todos como estamos soy feliz. Tenemos un muy buen vestuario, que es fundamental. Hay unión, buen ambiente y buenos resultados, ¿para qué vamos a tocar algo si está funcionando bien?", declaraba Muñiz en la previa del encuentro ante el Cádiz. Era principios de noviembre y el Levante venía de derrotar al Reus, pero ya estaba dejando señales de previsibilidad. A expensas del encuentro ante el Rayo, que se jugará el 14 de diciembre a las 20:45 horasRayo, el todavía líder solamente ha amarrado el punto del 0-0 contra los gaditanos y se ha marchado de vacío de Oviedo y Girona. Con los números en la mano es evidente que los granotas ya no generan tanto fútbol, los rivales le han cogido la matrícula y los recursos del equipo han menguado. Es un secreto a voces que Muñiz contará con otro delantero en el mercado de invierno, pero también que la dirección deportiva, aunque sus mensajes hacia los que están para lograr el ascenso son de confianza absoluta, analiza si lo más conveniente es no cerrarse en banda a un único refuerzo ofensivo ante los evidentes síntomas de atascos que ofrece la plantilla. Igualmente es indiscutible que este equipo se ha ganado crédito de sobra para que no salten las alarmas, también porque el listón estaba demasiado alto.

Estas dos derrotas incrementan las opciones de los que están contando con menos minutos. Pero la realidad es que el 'plan B' no acaba de dar el paso adelante para generar ese plus de competitividad suficiente y necesario en momentos como el actual para poner en apuros a esos titularísimos que han bajado su rendimiento. Alrededor de este aspecto gira el debate de extender las miras en el mercado estival a algo más que un delantero. Hay tres fichas libres después de la confección de la plantilla en verano y parece que habrá modificaciones y que quizás los que están no serán los que acabarán la temporada. Con independencia del bache de las últimas jornadas, el director deportivo ya se había puesto en marcha, junto a su segundo Carmelo del Pozo, semanas antes de que el equipo atravesara por esta primera 'mini crisis'. El mercado está a la vuelta de la esquina, los planes parecen claros y el trabajo perfilado, pero los acontecimientos en estos últimos tres encuentros de 2016 (Tenerife, Rayo y UCAM Murcia) podrían variar la hoja de ruta y que varíe el "sería un vicio por mi parte pedir refuerzos" si esa segunda unidad no saca la cabeza y genera más variantes.

La cita del sábado ante el Tenerife supondrá una reválida reivindicativa para los menos habituales, sobre todo para los que entren en lugar de los sancionados Roger y Chema, dos de los indiscutibles de Muñiz hasta el momento. Principalmente para el relevo del Pistolero, ya que los esfuerzos de la dirección deportiva están en potenciar la vanguardia, con el nombre de José Naranjo como el preferidoJosé Naranjo, a quien Tito siguió en directo en Copa del Rey ante el UCAM Murcia. El onubense volvió a no ser citado por Berizzo en el encuentro ante el Betis en el feudo verdiblanco del pasado domingo, también a las 12 de la mañana. El Levante tenía activado un plan en agosto por si Rafael o Víctor Casadesús se marchaban sobre la bocina, algo que en el caso del brasileño estuvo cerca de ocurrir. Teóricamente Muñiz cuenta con ambos, pero lo cierto es que están teniendo pocos minutos, siempre desde el banquillo salvo el día del Cádiz que junto a Roger como Rafael. Aunque entró más tarde que el balear y que cuando ha jugado ha sido arrancando habitualmente desde el costado derecho del ataque, el brasileño se ganó en Montilivi con su diana el derecho a ser el ´9´ titular frente al Tenerife (sábado, 20 horas).