Cuatro son nada más y nada menos los cambios que ha introducido Muñiz en el once titular. Tres de ellos, eso sí, obligados por las bajas de Chema y Roger por sanción y la de Espinosa por lesión. Sus puestos, respectivamente, son para Róber Pier, Rafael y Lerma. La principal sorpresa, sin embargo, es Rubén. El setabense juega este sábado de titular pero no por la izquierda en sustitución de Morales sino en la derecha por Jason.

Más que por el factor numérico, y con ello mantener el liderato haga lo que haga el Girona este domingo en casa del Alcorcón GironaAlcorcón, al Levante le urge esa inyección de confianza perdida desde la victoria en Reus a principios de noviembre (0-1).Reus Por aquel entonces, los granotas ya daban evidentes síntomas de previsibilidad, de atasco motivado también porque los rivales empezaban a cogerles la matrícula. De esa sensación de ganar por aplastamiento a hincar las rodillas no solamente por esos «pequeños detalles» que han marcado las últimas derrotas. Pero pese a las tres jornadas sin ganar, a la espera de lo que suceda el miércoles ante el Rayo Vallecano, este equipo se ha ganado crédito de sobra para acusar la realidad de una competición interminable.

Muñiz se toma con tranquilidad que el líder atraviese por su primera ‘mini crisis’.Muñiz Como dijo en la sala de prensa de Montilivi tras el tercer revés de la temporada (2-1), nadie es de Primera División ni pierde la categoría en diciembre o enero. «No sé si alguien pensaba que en octubre, noviembre o diciembre se iba a ascender, pero eso no se consigue ni ahora ni en marzo. Hasta abril y mayo estaremos todos posicionándonos y el mejor colocado ahora es el LevanteLevante. Me preocuparía si el nivel de juego fuera muy bajo o la capacidad de sacrificio bajase, pero eso no ha pasado», repitió ayer en la del Ciutat, en la previa del antepenúltimo duelo de 2016. Superada con nota, por momentos «surrealista», como dijo el sancionado Chema, la adaptación a LaLiga 1|2|3, el técnico insiste en el trabajo, la humildad y la tranquilidad como «palabras clave» para arrancar contra el Tenerife, «con la misma motivación que al principio», otra dinámica de resultados positiva. «El equipo ha competido bien a pesar de las derrotas, tanto en Oviedo como en Girona. Son pequeños detalles los que te hacen adelantarte en el marcador o ir por debajo. La temporada es muy larga y muy dura, sucederá de todo y hay que intentar superar cualquier circunstancia con la suficiente tranquilidad, con malos y buenos resultados. Si yendo el primero parece que está la cosa complicada, no quiero imaginar lo que pensarán los demás equipos. Hay tres palabras claves para llegar a junio: trabajo, humildad y tranquilidad», desgranó el técnico del líder.

Ni el propio Muñiz ni el vestuario esconden que este Levante ha cambiado, que se ha desfigurado porque también el listón estaba demasiado alto. Pero no hay ningún atisbo de intranquilidad ni se han disparado las alarmas por el bache actual, aunque sí existe el propósito de cerrar este ciclo de tres encuentros, dos seguidos en Orriols, en ocho días (Tenerife, Rayo y UCAM Murcia) con el pleno o casi de nueve puntos. «En el vestuario existe el ánimo de cambiar este pequeño bache con una victoria. Derrotar al Tenerife lo es todo porque mataríamos dos pájaros de un tiro al sumar los tres puntos y ganaríamos en confianza», reconoce el capitán Pedro López, que además tilda de «importantísimo» marcharse de vacaciones de Navidad «con las buenísimas sensaciones generadas por el máximo número de puntos en estos próximos encuentros».

Lo que echa sí echa en falta Muñiz es esa eficacia del arranque liguero, con una derrota en 13 jornadas y 30 puntos de 39, pero no «el nivel de competitividad y juego» de las últimas jornadas, con una progresiva reducción del colchón de puntos. Lo que persigue el preparador asturiano es que esos detalles que penalizaron en este mes y poco «caigan a nuestro favor» ante un Tenerife que se ha metido en la pelea por la promoción de ascenso después de encadenar seis jornadas sin perder (tres victorias y tres empates). «Nosotros vivimos dentro del vestuario, no fuera. El fútbol arrastra muchas opiniones y no podemos pensar en lo se habla en el entorno. Solamente tenemos que trabajar bien y estar motivados», argumentó Muñiz sobre el comportamiento del vestuario ante las dudas de los últimos encuentros, que no le harán cambiar su filosofía, aunque sí tres piezas por obligación con respecto a Girona para recuperar la sonrisa en casa, ya que la victoria se resiste desde el 15 de octubre al Mallorca.

«Casi todos los partidos son muy equilibrados, pero los detalles se dan en las áreas. No podemos plantear partidos de otra forma y sí intentar que esos matices caigan a nuestro favor. En cuanto a nivel de competitividad y juego, el equipo está bien. El de Girona no fue un mal partido, pero ellos se adelantaron y su gol condicionó el resto», recordó Muñiz.