El Atlético Levante volvió al trabajo el pasado martes con Álvaro Traver todavía en sus filas. Su nombre está en el trampolín de salida en un mercado de invierno que se aventura movidito con el fin de revertir, principalmente en el perfil ofensivo, la preocupante realidad clasificatoria. Sorprendió su ausencia en la convocatoria de la última jornada en Badalona, que acabó con derrota por 3-1 y con sensaciones aún peores, y tampoco tuvo minutos en los dos anteriores envites ante Eldense y Alcoyano, ambos en Buñol y con sendos 0-0. El mensaje oficial es que saldrá cedido a un proyecto de Segunda o uno de Segunda B que aspire a cotas mayores que el filial, de ahí ese descenso de protagonismo para evitar riesgos, aunque también chirría que si el propósito es subsanar la carencia ofensiva no entre en los planes un jugador que en verano bajó del primer equipo con la etiqueta de ser uno de los hombres franquicia.

Mes y medio sin ser titular

A día de hoy, la realidad es que en la reconstrucción obligada no hay sitio para Traver. Con Granero ha participado en 14 encuentros, 9 como titular, la última vez en el Derbi de filiales del 20 de noviembre ante el Mestalla en Buñol. Tiene contrato hasta 2018 y la cesión es una opción real que planea desde hace unas semanas, también en el interior del vestuario. Aunque no está descartada la rescisión contractual. Su exclusión de la última lista generó muchas especulaciones y al final Granero no apostó por él entre los 18 porque pudo disponer de Kaiser y Son, que hasta último momento pudieron ser citados por Muñiz por los contratiempos de los ´mayores´ en la visita al UCAM, suspendida por el temporal. Si las circunstancias lo hubieran obligado, Traver estaba a disposición del técnico para viajar a Badalona, aunque su mente está más focalizada en encontrar un destino de superior categoría para levantar el vuelo.

Debut en Copa en diciembre de 2015

En su contra juega que un filial depresivo y en la UCI no ha sobresalido, como así perseguía la nueva dirección deportiva cuando sobre la bocina acometió su ´fichaje´ para el nuevo Atlético Levante. Es evidente que esta decisión no ha cuajado y en Orriols contemplan la salida a préstamo en enero como la última opción para reflotar a un canterano que prometía cuando debutó en diciembre de 2015 en Copa en la eliminatoria ante el Espanyol y con el que se pretendía que siguiera el mismo proceso de formación, en forma de cesión, que Roger, Morales o Iván.

'Descenso' el pasado verano

Álvaro Traver no esconde que cuando bajó del primer equipo al filial estaba un poco fastidiado. En su última mejora de contrato, en 2015, el club se comprometió a considerarlo jugador de la primera plantilla este verano, aunque se recondujo legalmente su situación. Era la mejor solución para que pudiera tener minutos, una vez que las opciones que sonaban de LaLiga 1|2|3 (UCAM Murcia, Mirandés y Tenerife) no fructificaron, porque estaban a expensas de que se produjera alguna salida. Le costó entrar en el engranaje de un Atlético Levante que acusó en el arranque la planificación tardía, un proceso entendible porque su llegada prácticamente se produjo con el primer encuentro de Liga.

El de Algemesí fue ganando protagonismo después de ser residual en las cuatro primeras derrotas, esta vez sin el brazalete como en las dos temporadas anteriores, aunque penalizado, como el resto de jugadores de sus características o con más pólvora, por la condición del ´B´ de ser el peor en ataque de los 80 equipos que forman la División de Bronce.

A la vuelta de los entrenamientos, Granero se preocupó por el futuro de Traver, sabedor de que su todavía jugador está a la espera de que se le abra una puerta de más envergadura en el mes de enero, como así quedó pactado después de su ´paso atrás´ en el último mercado estival. El ´caso Álvaro´ no es el único de un filial que cambiará de cara.