La afición respondió a la llamada del líder y alrededor de un millar de seguidores, sobre todo muchísimos pequeños, que para ellos iba esta iniciativa, disfrutaron de un entrenamiento especial. Un regalo en la víspera de Reyes en un Ciutat que abrió por primera vez sus puertas en 2017 por todo lo alto. La mejor inyección de confianza para el encuentro de este sábado ante el Lugo (18 horas). El entrenamiento fue el clásico de dos días antes de partido, el más suave de la semana, con carrera continua, ejercicios sin exigencia, un rondo gigante en el centro del campo y de ahí estiramientos ante la atención de una afición que se desmelenó cuando los jugadores empezaron a lanzar balones y bufandas.

El momento más especial fue cuando desde la megafonía se requirió a los niños a que bajaran al césped (también fueron mayores) para hacerse la foto de familia con la plantilla del líder. Mientras, desde el Gol Orriols, aparecieron las mascotas Blau y Grana. Después de la instantánea, los futbolistas firmaron autógrafos y no pararon de fotografiarse, sobre todo muchísimos selfies, con la fiel y joven parroquia granota. Los últimos en irse del césped fueron tres de los capitanes: Rubén, Morales y Pedro López. La plantilla quiere comenzar el año rodeada de su activo más importante, la afición, y la respuesta fue de Primera División.