El pasado verano, hablando sobre su etapa en el Dnipro, dijo que «el jugador ucraniano es tan disciplinado que si el entrenador le dice que salte de la tribuna y salga al sprint cuando llegue al suelo, lo hace aunque tenga las piernas rotas de la caída». ¿Es así también el futbolista de su Levante?

Este es un grupo muy serio en el trabajo en el día a día y en el ritmo de competición. Es un grupo espectacular. Vienen a entrenar cada día con ilusión, con ganas y expectativas. Disfruto el día a día. Te puede salir mejor o peor, pero eso es gracias al esfuerzo del jugador. Ante situaciones difíciles, hay paciencia.

Viendo la distancia en la clasificación, ¿qué ocurre? ¿Que la plantilla es muy buena, que hay un gran equipo, que a los rivales no les alcanza...?

Al final, para conseguir eso lo que se requiere es un esfuerzo del día a día a día tremendo. Ese trabajo es el que te prepara para las situaciones. Ellos salen, rinden, trabajan, se esfuerzan, se sacrifican y sufren. Así desde verano. El equipo tiene muchas armas dentro y las está usando. Luego llega el fin de semana y se ve.

Cuando el equipo ha bajado el pistón es cuando se ha notado la dificultad real de ser el líder de la categoría. Pero es que ganan de una manera que hasta parece que sea fácil.

La dificultad de la categoría es muy grande. Todo lo que consigas es por méritos y por el trabajo realizado. Nadie regala nada. Estamos viendo que cada vez hay más equipos que descienden que no son capaces de subir. O equipos que salen con un objetivo y a mitad de temporada tienen que cambiarlo. La diferencia en puntos es muy apretada: del descenso al play-off hay muy pocos. Y todos los domingos hay igualdad en los marcadores. Por tanto, no hay que pensar en mucho tiempo, sino en el domingo siguiente y en llegar preparados. Luego ya, el domingo es otra historia, otro tipo de película.

Una de las claves del éxito es no desperdiciar casi nada de la plantilla.

Esta es una plantilla amplia, de buenos jugadores y de mucha competencia, que también es importante, porque la competencia hace que el nivel suba. Y el trabajo diario hace que compitan bien. Al hacer la convocatoria es complicado porque sé que dejo fuera a gente que podría jugar. Hay que darle muchas vueltas y pensarlo mucho. Tienes a 22 jugadores preparados para competir. Y de ellos se quedan a veces cuatro fuera y eso es un problema. Ahí es donde viene el mérito del jugador de no bajar los brazos y ser consciente de que va a llegar su momento. Para hacer una temporada tan dura tienes que tener a 22 jugadores así porque con 15 no llegas.

Dijo el presidente que a los 20 minutos de Soria ya respiró tranquilo. Usted respiraría tranquilo de antes.

Sí, viendo el trabajo que estaban realizando y sobre todo por el cambio de chip, porque eso es importante. Había que olvidar el curriculum, la historia... Había que olvidar todo y ponerse a funcionar, empezaba una vida nueva. Nunca sabes qué va a ocurrir porque en pretemporada hablas con el resto de entrenadores y todo el mundo te asegura que está bien. Hasta que no empiezas, realmente no sabes cómo vas a competir. De momento las sensaciones empezaron siendo buenas y a día de hoy lo continúan siendo.

Hablamos de un equipo con varios de los mejores jugadores de la categoría en sus filas. Pero aquí el líder del proyecto es el entrenador.

Al final el protagonista siempre es el jugador. Que son los mejores jugadores de la categoría es algo que se demuestra en el día a día estando activo y motivado. El jugador es el que corre, el que se esfuerza, el que pone las acciones técnicas y tácticas. En el fútbol el protagonista siempre es el futbolista.

Pero le hablo de «líder» más que de protagonista.

El entrenador es uno más de ese equipo con otro tipo de responsabilidad en determinados momentos. Está para ayudar, aconsejar, corregir y tomar decisiones. Y necesita de la colaboración del grupo. Siempre digo que lo más importante es el equipo por encima de cada uno de nosotros. Si el equipo y el vestuario funcionan bien y con solidaridad, cuando llegan los momentos de dificultad, se superan.

El día de la decisión más trascendental: Muñiz se impone en el casting para el banquillo.

Esta temporada en Primera y en Segunda llevamos una buena escabechina de entrenadores, incluso uno que usted conoce bien como Juande Ramos. La labor del técnico no se pone en valor, ¿no le parece?

Porque al final entiendo lo que hablamos, que el futbolista es el que corre, el que se esfuerza, el que ejecuta, el que pone el buen ambiente. Siempre lo comentaré. Nosotros somos colaboradores de ese equipo y debemos ser lo más justos posible.

¿En qué partido se ha estado más cerca de la cuadratura del círculo?

El equipo lleva una línea muy buena desde el principio. Luego delante tienes a un rival que te dificulta, pero el equipo ha sabido responder a todas las situaciones. Hemos vivido partidos por detrás que se han remontado, otros igualados que hemos sabido trabajar... Lo importante es mantener una regularidad. De nada vale hacer todo bien hasta enero y luego vivir de rentas.

Se empezó la temporada a todo trapo, ¿pero qué pasó en noviembre?

No, no, el equipo lleva trabajando muy bien durante siete meses, lo que pasa es que tenemos a un rival delante y cada vez vas a tener que jugar mejor porque ven al Levante de una determinada manera. Pero el equipo está sabiendo leer bien esas situaciones. Es como cuando hay un combate de boxeo, que hay uno que puede ser muy bueno pero tienes a un rival que tienes que superar. Esto es lo mismo. Es una lucha física, táctica y técnica en la que tienes que ser superior al rival en muchas facetas, no solamente una. Y sobre todo, confianza cero.

¿Y esa serie de resultados ´no buenos´ tuvo algo que ver con el propio nivel físico, táctico o mental?

Siempre intentamos ser críticos con nosotros mismas en todas las situaciones. En un partido se dan muchas circunstancias, pero la línea que lleva el equipo es buena.

¿Era difícil mantener el listón tan alto de los primeros partidos?

Al principio hubo muy buenos resultados y buen juego. Es que la línea del equipo fue muy buena y en las primeras ocho o nueve jornadas demostró que tenía muchas cosas dentro para poder ponerlas en el terreno de juego. Pero el equipo compite, es ambicioso, el equipo tiene tranquilidad y reúne muchas cosas buenas. La lectura es positiva y ahora que continuar trabajando.

En las circunstancias en la que estaba el club en verano, también era muy recomendable empezar bien.

Unas veces planificas una cosa y te sale, pero era importante después de la temporada anterior olvidar el pesimismo, que no vale para nada. Igual que lo anterior, que fue muy bueno. Empiezas de cero. Y aquí es donde digo que la colaboración del equipo ha sido importantísima.

Van cinco jornadas sin encajar, pero hubo un momento de fragilidad que además coincidió con la comentada suplencia de Espinosa. ¿Tuvo que apretar ahí para cerrar el grifo?

Siempre comentamos, cuando miras el historial de las clasificaciones, que los equipos de arrriba llevan pocos goles en contra. Y los que marcas hay que rentabilizarlos. Todos intentan lo mismo. Lo más importante es que tanto cuando atacas como cuando defiendes el que lo hace es el equipo. En esta media temporada en los partidos siempre ha habido dos fases de juego: una en la que dominas tu y otra en la que te domina el rival, pero el equipo siempre ha sabido hacer esas dos lecturas. Ahí tiene que haber mucha colaboración y mucha solidaridad. No pienso en dos líneas diferentes.

Pero entre esas dos fortalezas, el equipo sí tiene un sello defensivo.

Tiene un sistema que cuando el equipo contrario está con posesión de balón sabe sacrificarse. Y tiene mecanismos para que cuando cogemos el balón, el rival pase a sufrir rápidamente. Ese equilibrio es importante. De nada vale ser un equipo muy ofensivo y que te hagan muchos goles ni uno defensivo que marque pocos. El equilibrio es la perfección.

Además, con una presión brutal.

Eso es gracias al esfuerzo del futbolista y al rendimiento del equipo. De nada serviría que un futbolista presionase en solitario.

Le preguntaba antes por Espinosa precisamente porque se dejó entrever que la falta de presencia física fue uno de los motivos de su comentada suplencia y aquel cambio traumático que a nivel interno no sólo ha gestionado bien sino que luego se ha repetido con algún otro jugador más.

Pero es que eso es dentro de lo que consideramos decisiones y las responsabilidades de las que habla el entrenador. Se toman decisiones para cambiar un rumbo o una dinámica. Que haya cambios de ese tipo no significa que el domingo que viene no vuelvas a jugar. Y hablando en concreto de Espinosa, en esa posición hay mucha competencia: cinco jugadores de muy buen nivel. Al final la decisión del entrenador es ser justo con el trabajo de los entrenamientos y con las decisiones que tomas. Muchas veces se queda fuera gente que puede jugar. Si lo ves claro, el entrenador tiene que tomar decisiones y los jugadores saben que no es una decisión en contra de nadie sino para un momento determinado de un partido.

Tanta competencia hay que hasta hemos visto recientemente a un futbolista jugar con la nariz rota (Insa).

Es lo que hablamos de sacrificio, esfuerzo y competencia. Eso es bueno para el equipo porque el nivel sube. Lo importante es que los que no están participando aprieten y que pongan en dificultades al que está jugando y al entrenador. Es importante que todos en el vestuario seamos partícipes de lo que pasa cada día y cada domingo.

Morales, titular en todos los partidos, al banquillo. ¿Por qué ahora?

Hay competencia y tenemos a dos jugadores en cada posición que pueden competir.

Pero me admitirá que no es un jugador más: lo ha aguantado en el once y tuvo que ver con su continuidad. ¿Ha sido uno de los casos que con más tiento ha tenido que llevar?

Son situaciones y momentos. Y esto no es un colegio en el que haya que castigar, sino un equipo de profesionales en el que sabemos que cada domingo es diferente. Hablar de un jugador u otro... Al final hablamos de un equipo que es el que gana o pierde los partidos. Esto no es tenis que juega Nadal contra Djokovic, a esto juega el Levante contra el Numancia. Todas las valoraciones son en beneficio del equipo.

Aunque no le gusta individualizar, ¿por qué Campaña no ha roto en Primera División?

Para nosotros es un futbolista que ya lo tuvimos en el Alcorcón, donde hizo una gran labor. Fue una fortuna que pudiese estar aquí. Sobre todo por la ilusión y el esfuerzo que demuestra en el día a día. Un jugador así, con las características que tiene Jose, si se mete en faena en el día a día pues al final es importante para cualquier equipo y cualquier categoría. Este equipo competiría en Primera y Campaña es uno de los jugadores que podría hacerlo.

¿Tenía Campaña en el Alcorcón el nivel tan espectacular que aquí?

Sí, sí. Tenía muy buen nivel. Estoy encantado con tenerlo a él y a toda la plantilla. Pero no quiero ser injusto con otros sacando a un jugador de ese cesto.

Roger siempre ha sido un delantero peleón, de desmarque y con gol, aunque la está rompiendo este año. ¿Qué ha tenido que ver Muñiz en su evolución?

Su mentalidad es ganadora, de trabajo, de pelea, de lucha... Luego tiene un equipo detrás que está yendo bien, con una buena dinámica. No sólo lo valoro por los goles que hace, sino por el trabajo y que ayuda en muchas situaciones del juego. Lo veo como un conjunto. Tiene gol y mucha características que ayudan al equipo. Cuando se tiene que sacrificar lo hace, no es un delantero que está solo esperando al balón y pensando que ya me llegará. Él trabaja siempre para que le llegue el balón y muchas veces hace también que el balón le llegue.

¿Rubén y Jason son dos casos paradigmáticos de la competitividad del grupo?

Es que es un nivel espectacular el que hay en todas las posiciones. Es un equipo que por el momento no estamos hablando de que destaquen las individualidades. Destaca el equipo, y por eso se subrayan las individualidades.

Entran tres nuevos y no se nota...

Porque el trabajo del día a día hace que todos estén preparados para competir. Ahí siempre le doy el mérito al jugador. Por eso valoramos la dificultad para hacer el once.

Así es el contrato y las cláusulas de Muñiz con el Levante UD

Entonces, no le ponemos fecha al ascenso, ¿no?

No, le ponemos fecha al siguiente partido. Y no sé más.

La media apunta a 100 puntos.

Las segundas vueltas son muy complicadas porque siempre todos se juegan algo. Siguen siendo tres puntos igual, pero son oro y cada vez nos van a exigir hacerlo mejor.

Y Muñiz, ¿continúa seguro?

Estoy muy a gusto, tranquilísimo y pensando sólo en una cosa: el domingo, los tres puntos y a ver cómo llegamos luego más adelante. Pero yo, contentísimo con estar aquí. La organización es espectacular, la cercanía es tremenda. Se da todo. ¿Qué más quiere un entrenador?

¿Ha caído en un club para echar raíces durante años?

Yo siempre que caigo en un club, lo primero que hago es estar agradecido a la gente que te ha puesto y dado la confianza de dejar un equipo en tus manos. Mi obligación es trabajar para que todo eso funcione bien. Después ya, si te acompañan los resultados, perfecto.

Y la última: De aquí a final de temporada, ¿seremos capaces los periodistas de ´sacarle´ un titular?

No lo sé (risas). A mí me gusta mantener la tranquilidad en los momentos buenos y los malos. Es muy fácil llegar ahora y sacar pecho. No soy de grandes titulares porque no me gusta dar números ni para arriba ni para abajo. Quiero vivir el día a día; tampoco hay que ver mucho más. Ni cuando llego vendo nada ni lo hago a mitad de camino, sólo trabajo y dedicación. Aunque es difícil controlar el mensaje.