Como el propio Tito reconoce, «si Jason continúa así» tendrá que mejorarle el contrato. Reficharlo por segundo verano consecutivo: su primera decisión como director deportivo, a finales de mayo de 2016, ya fue repescar al gallego y Roger. Ambos están mostrándose como dos de los jugadores más determinantes de LaLiga 1|2|3, y, una vez retocadas al alza las condiciones del delantero a principio de curso, la actualización salarial del extremo se presenta palmaria para el benidormí. Eso sí, una vez que el Levante logre (como parece) el ascenso a la máxima categoría.

Jason ha destapado a sus 22 años su potencial. Ha confirmado las condiciones que se le intuían cuando lideró el mejor juvenil granota de la historia (curso 12/13) y se ganase el debut en LaLiga Santander con Caparrós, contra el Sevilla, con apenas 19 primaveras. Ya en el primer partido del curso, en Soria, anticipó lo que está siendo su temporada: marcó el gol de la victoria a su salida desde el banquillo. Desde entonces ha vuelto a marcar en seis ocasiones más, convirtiéndose en uno de los jugadores de segunda línea más anotadores de toda la categoría.

Cada buena actuación, cada gol de Jason, subrayan la disparidad existente entre su estatus actual en el equipo y su salario. Es el más bajo de la plantilla, con un fijo de 60.000 euros anuales más premios, fruto de una drástica reducción provocada por el descenso. Un aliciente más, otro reclamo, para los clubes que siguen con atención su progresión a lo largo de los últimos meses. En cursos anteriores quisieron incorporarle el Castilla o el Oviedo, con Del Pozo como director deportivo; ahora ya hay conjuntos de Primera observándole con atención, incluidos los dos de su tierra: Deportivo y Celta.

El contrato del gallego, que no ha variado sus condiciones que diese el salto al profesionalismo hace tres años y medio, se triplicaría automáticamente con el regreso del Levante a la elite nacional. Como mínimo, porque ahí empezaría la negociación entre el club y sus representantes a dos años visto de su conclusión. Con unos 200.000 euros, Jason permanecería en el escalafón salarial más bajo.

Como otros miembros de su plantilla, el Levante se vería en la obligación de aumentar los emolumentos del extremo siempre que este presentara una oferta en firme de otro equipo. En ese caso, los granotas deberían de igualar esa propuesta para poder retener a su segundo máximo realizador de esta campaña, o por el contrario facilitar su salida. De partida, la cláusula de rescisión del coruñés asciende a 12 millones de euros.

Consciente del 'stand by' decretado por el club hasta la consecución del objetivo, del que no se escapa ni el futuro del técnico, el futbolista gallego ha decidido centrarse en el «partido a partido» decretado por Muñiz. Cada vez que puede, defiende que hay tiempo para abordar su futuro y que está muy a gusto en Orriols. Le ha costado lo suyo hacerse definitivamente con un sitio en el primer equipo, y ve con buenos ojos extender sus vínculos con el club.

Jason vuelve a ser indiscutible en uno de los flancos atacantes (ahora, el derecho) y clave en la buena racha colectiva: en el último mes ha dado sendas victorias al equipo con sus goles a Huesca y Numancia. Acumula 17 titularidades y siete apariciones desde el banquillo; únicamente frente al Mallorca, hace cuatro meses, se quedó en el banquillo.

Morales y Jason han sido los extremos más utilizados, con diferencia, por Muñiz. En momentos puntuales han irrumpido en el once Montañés y Rubén, casi siempre en detrimento del gallego, a pesar de que el rendimiento de éste esta siendo superior al del 'Comandante' en lo que va de temporada.