Roger no oculta que mira "un poco de reojo" la clasificación de máximos realizadores. Su voracidad no tiene freno y hace mucho tiempo que cada partido es un desafío personal, un competir contra sí mismo. La octava victoria consecutiva en el Ciutat en Segunda 37 años después tuvo su sello, como prácticamente el resto de alegrías en 2017. Lleva nueve tantos en el nuevo año y seis en sus seis últimas apariciones. Frenado por la expulsión en casa del Sevilla Atlético, el ´Pistolero´ le ha ´disparado´ a Nàstic, Zaragoza, Córdoba, al filial andaluz, Valladolid y ahora al Almería. Sin él, su relevo Juan Muñoz anotó el gol de la remontada ante el Elche.

El ´9´ ya ha alcanzado la veintena de dianas en competición oficial (19 en Liga y la de la eliminatoria de Copa del Rey ante el Cádiz), esas que Tito, director deportivo, durante la negociación de la mejora contractual del ariete hasta 2019, le dijo que iba a anotar. Y todavía quedan 12 jornadas. Con su zarpazo a los andaluces, Roger acaricia los 24 en competición oficial de la temporada 2012/13 (19 en Liga regular, tres en la eliminatoria de promoción ante el Bilbao Athletic y dos con el primer equipo) cuando formaba parte del histórico filial donde también estaban Morales e Iván. "Cuantos más marque mejor, porque servirán para ayudar al equipo, pero no es algo que me preocupe ni obsesione", argumentó sobre su mano a mano con Joselu, que lleva 18 tras anotar el 2-0 del 2-1 final contra el Mirandés). La última vez que entrelazó seis encuentros marcando fue en ese curso 2012/13: cuatro en Segunda B ante L´Hospitalet, Binissalem, Mallorca B y Atlético Baleares y en cinco días vio puerta por partida doble con el primer equipo frente al Melilla en Copa y en Balaídos, su estreno liguero, el definitivo 1-1 en el último minuto (2 de diciembre de 2012).

Al ´Pistolero´ no le tembló el pulso desde los once metros, el quinto de penalti. El empujón de Nano a Postigo dentro del área fue la cuarta pena máxima a favor del líder en las últimas tres jornadas. Pero antes, el propio Roger fue objeto de un placaje todavía más claro del exgranota Trujillo, abroncado por el Ciutat cuando fue relevado pasada la hora por Pozo. "El que señala el árbitro no lo veo porque rompo al primer palo, pero el que me hacen es clarísimo. Estoy muy contento por volver a marcar. Sabíamos que no iba a ser un partido fácil, el Almería se jugaba la vida, supimos sufrir y nos pudimos llevar el partido», destacó. el protagonista tras una victoria con esa pizca de suerte del campeón. «Es lo que provocas, el optimismo que transmite el equipo se refleja en el campo. Esos palos de ahora, el año pasado acababan en gol en contra. Es la dinámica que lleva el equipo y la suerte del que está arriba. Al final tiraron para arriba, se jugaban mucho, pero supimos aguantar la ventaja", añadió.