Para Muñiz "es un placer" tener prácticamente a todos para afrontar la recta final hacia el ascenso. El indulto del Comité de Competición a Róber Pier reduce el número de daños colaterales de Palma a dos ausencias para medirse este sábado a un rival con nuevo entrenador (el cuarto de la temporada) y de quien el asturiano no se fía. Su discurso sobre el Mirandés no ha cambiado tras el relevo en el banquillo y aboga por la misma receta que en partidos anteriores, "sin mirar la clasificación". "Es un equipo en situación difícil, sabe que está en ese tramo final que no puede cometer equivocaciones. Hace poco le quitó puntos a un equipo que pelea por el 'play-off' como es el Tenerife. Vamos a tener que jugar muy bien, tener mucha paciencia, ser muy exigentes en el trabajo y sobre todo humildes, sin menospreciar al rival por la clasificación que lleve porque en la categoría no sirve", destacó sobre el conjunto de Anduva.

Será otro duelo de necesidades contrapuestas como el anterior en casa ante el Almería o el de la pasada jornada en Palma. El ascenso contra la permanencia. "Llegamos a un tramo final que los puntos son vitales. El Mirandés es de los pocos equipos que no aspiraba a principio de temporada a subir. Siempre hay tres o cuatro que su objetivo es la permanencia, pero es un equipo que sabe vivir esas situaciones, no le pilla de sorpresa como a otros equipos con más historia. Necesita los puntos y eso nos tiene que poner en alerta", argumentó Muñiz, que esta vez tendrá que hacer dos descartes técnicos ya que son baja Jefferson Lerma, por lesión, y Sergio Postigo, que vio la quinta amarilla en Palma. "Siempre es importante tener al máximo numero de jugadores posibles. Es un placer tener a todos a estas alturas, todos preparados, que haya futbolistas que puedan competir a ese nivel, pero siempre que hay tres bajas y uno se recupera, mucho mejor para todos, para el manejo de situaciones y que por disponibilidad es mejor cuantos más estén", argumentó sobre la amplitud de la plantilla. Muñiz insiste en que no es necesario que caiga un jugador por lesión o sanción para dar cabida a cualquiera de los que conforman el plantel del líder: "No estamos en esa línea de pensar qué va a pasar y cuándo. No sé cuándo va a empezar a llover y si llevaré paraguas o me pondré una chaqueta. No es necesario que pase nada para que puedan jugar, están entrenando bien, son buenos compañeros, es importante que mantengan el nivel de competencia y exigencia a los otros compañeros. No concibo una cosa con la otra".

En Palma, el protagonista fue Raúl Fernández con sus intervenciones milagrosas. Lejos de estar preocupado por el hecho de que su portero haya sido uno de los protagonistas de los últimos encuentros, lo ve positivo por lo que ha tardado en llegar esta situación de agobio. "El Levante está haciendo un año tremendo y que ahora estemos hablando de que le tiran algo más es una conclusión positiva. Si con cuatro puntos en dos semanas nos han tirado más, es que la cosa va bien. Si podemos conseguir sufrir menos en defensa estaría mejor, pero hay un rival enfrente. Es un mérito del equipo que no se las hayan hecho al equipo hasta la jornada 31. Hay que intentar que no pasen estas cosas, que el partido vaya totalmente controlado, con paciencia, orden, exigencia, no pensar en nada más. No importa la clasificación ni la diferencia de puntos", explicó Muñiz, consciente de que a estas alturas de la competición cualquier equipo te puede tocar la cara y reventar objetivos: "Los equipos de abajo van a llegar a los 43 ó 45 puntos, igual no les da para mantenerse, pero sí para quitarle el ascenso o la permanencia o el play off a alguien. Va a ser una situación apretada, eso lo tenemos claro. Hay que olvidarse del rival y de la clasificación".