Mensaje para granotas: abril va a deparar emociones fuertes. Estas seguramente acaben con el ascenso matemático, que cada vez apunta con más claridad a finales de este mes; y han empezado este mismo sábado, el día 1. En el que teóricamente debía ser un partido plácido, ante el colista, el Ciutat ha mutado repentinamente en una gigantesca montaña rusa. Sin arneses incorporados a sus asientos, los levantinistas han experimentado un constante sube y baja desde el golpetazo que ha enviado al hospital a Pedro López, y hasta el angustioso triunfo final: con gol de penalti en el descuento y el posterior remate al palo del Mirandés.

Desde bien pronto, el Levante ha ido ganando metros de altura. El 1-0 de Chema -atento a la segunda jugada poscórner- y el manejo absoluto del balón invitaban a obviar el peligro; pero lo había. A la media hora de juego, a todos los presentes en Orriols se les ha encogido el estómago con una repentina caída al vacío. La del capitán, que ha perdido la consciencia, y con él la de todo el equipo. Todavía en estado de shock, Raúl pifiaba la salida en el saque de banda posterior y Chema tenía que aparecer sobre la línea para evitar el empate.

El choque entre Pedro y Usero ha deparado la abrupta entrada de Saveljich al terreno de juego. En su primera acción, el argentino ha visto una amarilla. A la segunda, se ha mostrado lento, sin confianza y demasiado permisivo con el desmarque y posterior envío al área de Guarrotxena. Las consecuencias de su mal hacer han sido evidentes: empate de Sangalli y sustitución inmediata del central granota. Muñiz ha recurrido de nuevo a un ´cambio del cambio´, para castigar a Esteban e intentar sacar al Levante del coma que se había inducido definitivamente minutos antes. Cuando a Roger, por primera en lo que va de curso, se le encasquillaba la pistola en el lanzamiento de un penalti cometido sobre Morales.

Como tantas otras veces, los granotas han terminado resolviendo por la mínima un partido en el Ciutat. Entre el Mirandés no ayudaba a hilvanar jugadas con sus constantes pérdidas de tiempo, y que solo Casadesús había amagado con marcar con un cabezazo, costaba crear que el Levante iba a dar a otro bocado de Primera a la clasificación. Ha caído Roger, placado literalmente por Kijera a la salida de un córner, y sin dudarlo ha vuelto a coger el balón para devolver la afrenta previa a Roberto. Como quien monta y una otra vez a la montaña rusa sin alterar sus pulsaciones, el ´pistolero´ ha caminado hacia los 11 metros sin pestañear y ha engañado al meta del Mirandés. El postrer cabezazo al palo del visitante Carlos Moreno ha regalado un último subidón de adrenalina, tras el que se ha celebrado el triunfo casi como si del ascenso se tratara.