El filial se juega su supervivencia en la Ciudad Deportiva de Buñol. Ganar al Badalona para no esperar a que el Valencia Mestalla, que todavía no tiene asegurada la tercera plaza, eche un cable ante l’Hospitalet es la vía para aferrarse a la última bala del ‘play-out’, porque la salvación matemática se convirtió en un imposible después el 2-2 en Alcoi, con una reacción que puede valer su peso en oro tras el 2-0 en contra en el arranque de la segunda parte. Eldense, Prat y Espanyol B ya son carne de Tercera División. Queda una cuarta plaza y dos equipos con la soga al cuello: Atlético Levante (39 puntos) y l’Hospitalet (38). Poco más de un mes atrás, tras tocar fondo con la derrota en casa de la Llagostera (2-0, 1 de abril), pocos creían en el renacer del Atlético Levante e incluso la sombra del relevo en el banquillo era cada vez más alargada, pero Granero resistió pese a la caída libre y que el futuro en el grupo III de Segunda B predestinaba el peor de los desenlaces.

«Después del partido del Llagostera fue un momento difícil para el equipo. Hubo mucha gente con la cabeza agachada, pero viendo el calendario, paradójicamente, en mi caso, me motivó. Durante los tres años que llevo en Atlético Levante, contra los equipos de la parte alta hemos competido mejor, sacando más puntos. Ahora ha vuelto a suceder, hemos plasmado nuestra mejor versión y estamos llegando a este tramo final de temporada mucho mejor», reconoce el capitán Ribelles en declaraciones a la página web del Levante UD. Para él no hay imposibles, es de los que ha llevado la bandera del repunte y no solamente por la jerarquía que otorga el brazalete. La respuesta colectiva ha sido magnífica, con 9 de los últimos 15 puntos, desgranados en dos victorias ante Hércules (3-1) y Eldense (1-3) y tres empates frente a los filiales de Valencia y Villarreal (1-1), además de la última ‘X’ en casa del ya segundo clasificado.

Como dijo Granero en rueda de prensa tras el 2-2 en Alcoi, este filial «es capaz de lo mejor y de lo peor en muy poco tiempo» y se resarció con más corazón que cabeza para no enredar el panorama más de la cuenta y llegar a la última jornada dependiendo de sí mismo para jugarse la permanencia en una eliminatoria a ida y vuelta. Los dos goles repentinos dejaron al ‘B’ en «estado de shock», pero se obró el milagro para atar un puntito. «Cuando salimos mejor en la segunda parte nos metieron dos goles, que nos dejaron en estado de shock. Adelantamos líneas, nos la jugamos y nos salió bien. Ocupamos área y con centros laterales llegaron los dos tantos. Quisimos más, pero el Alcoyano es un buen equipo, se planta bien y fue muy difícil», recuerda Ribelles.

Buñol volverá a responder. Hay que hacer un sobreesfuerzo por los chavales de Granero. Un descenso supondría un revés deportivo tremendo, ya que el salto entre el primer equipo y el filial, de LaLiga Santander a Tercera División, frenaría en exceso la proyección de la factoría. Era evidente que la permanencia pasaba por casa y ahí el filial ha atado 23 de sus 39 puntos, con 5 de las 7 victorias que lucen en el casillero. La afición ha cumplido a rajatabla al #TúTambiénJuegas y hoy no será menos, tanto los que se han sumado a la iniciativa de los autocares gratuitos como los que irán por su cuenta. «Nos hemos sentido muy respaldados por la afición, sobre todo en estos últimos partidos. Esta química nos ha ayudado mucho en esta dinámica. Un gol que antes parecía que no entraba, ahora sí. Eso nos sirve para estar más motivados, con la gente apoyándonos. La afición es muy importante para nosotros», destaca el ‘capi’ del ‘B’.

El Badalona (60 puntos) se juega la cuarta y última plaza de promoción de ascenso con el Baleares (58 puntos, que recibe al Alcoyano también en horario unificado). Llegará a Buñol después de propinarle un ‘set en blanco’ al defenestrado Eldense, pero anteriormente solamente había ganado un encuentro de nueve. El filial es uno de los rivales que más problemas le ha generado al conjunto catalán en las 8 temporadas que han coincidido en Segunda B. Tanto que en su feudo nunca había ganado a los granotas hasta el triunfo de la primera vuelta, en el mes de diciembre (3-1). «El Badalona compite muy bien. Vamos a intentar contrarrestar sus virtudes, a partir de un fútbol práctico, compitiendo mejor que ellos y aprovechando nuestras oportunidades. Será un partido difícil y haremos todo lo posible para que caiga a nuestro lado», manifiesta Ribelles. Granero cuenta con todos, no tiene lesionados ni sancionados, mientras que en el conjunto de Natxo González, Enric Pi ha abandonado la enfermería, donde siguen Marcel Serramitja y Agus Alonso, por lesiones de larga duración.