Es evidente que no es plato de buen gusto tener que encajar las discrepancias de un sector de la afición antes de afrontar el cierre de la Liga Iberdrola ante un Barcelona que quemaba sus opciones de ganar el título, aunque dependía de lo que hiciera el Atlético, y al que se le acabó ganando con todo merecimiento en El Terrer.

Esas quejas iban hacia el entrenador Andrés Tudela y no era la primera vez. Ese clima enrarecido ha ido en aumento desde el 6-0 en Mestalla. Aunque la bipolaridad del Levante Femenino comenzó más atrás, justo desde el Derbi en Orriols del 19 de noviembre, ese sí con final feliz. Del liderato provisional a ir perdiendo las señas de identidad, sobre todo fuera de casa, y estar a años luz de poder pelear por algo más que no sea acabar por detrás de Atleti y Barça, ahora son inalcanzables, con el añadido del adelantamiento a toda velocidad del Valencia, que ha acabado once puntos por delante.

"Quico Catalán está al tanto de las discrepancias"

Esa realidad plagada de sombras viene motivada por un distanciamiento, en muchos casos incluso ruptura, entre un grupo nutrido de jugadoras, de 'primeras espadas', con el entrenador y la dirección deportiva. Un panorama del que tiene conocimiento de primera mano el presidente Quico Catalán después de una reunión con las capitanas, con el argumento inicial de las primas, y de la que todas las partes se marcharon con la sensación de que se va a trabajar para que no se repitan los episodios de una temporada que va a provocar una limpieza tras la Copa de la Reina.

Quico siempre ha mostrado un sentimiento especial por las chicas, por su legado, y un compromiso absoluto con una sección que es el orgullo de la institución, la más laureada, pero que necesita un cambio para enterrar estas diferencias y que vuelva la paz.

Andrés Tudela tiene la confianza total del club y así quedó claro cuando se anunció el pasado mes de abril su renovación por dos temporadas, pero eso no debe esconder los desencuentros que se han producido en una segunda vuelta de competición decepcionante pese a la victoria en la última jornada de la competición regular en Paiporta (2-1). «Tenemos que ser profesionales, enfocar cada partido para ganarlo, independientemente de lo que se estén jugando el resto.

"Muy poco se parecerá el Levante actual al del próximo proyecto"

Que nadie tenga duda de que este equipo va a trabajar siempre, luchando por estar lo más alto, para funcionar por el bien del Levante», afirmó el técnico tras tumbar al Barcelona de las exgranotas Sandra Paños, Ruth García, Olga García y Alexia en el cierre de la competición doméstica. Una lectura de presente, de cara a la Copa, y sobre todo, para el año que viene, con el interrogante de quiénes conformarán el nuevo vestuario de Orriols.

Antes de que los sucesos se precipiten y el cambio radical se produzca tras la competición del KO, el club ya ha anunciado las renovaciones de Alharilla, Sandra Torres y Carol Marín, y que Alba Merino no continuará tras haber puesto fin a un ciclo de seis temporadas de azulgrana. Con la extremeña, manteada por sus compañeras el pasado domingo en El Terrer, se abre una amplia lista de jugadoras que harán las maletas, ya que todo apunta a que más de media plantilla de la 17/18 será nueva por esa ruptura sin atisbos de solución.

Hay nombres de futuribles vinculadas al Levante como las gemelas Ramos del Granadilla (Noelia y Natalia), que han anunciado su marcha por motivos de estudios, que compaginarán con el fútbol, y que fueron homenajeadas curiosamente ante el Levante, así como Marta Cardona y Alba Aznar, ambas del Zaragoza CFF.

El futuro está en las inferiores

Aunque suponga un cambio radical sin precedentes, es crucial solventar las diferencias y resetear también de cara a la proyección de las categorías inferiores, con los tres equipos inmediatos siendo campeones de Liga: el Levante B en Segunda, el C en Liga Autonómica y el D en Primera Regional. El verano pasado decidieron marcharse las canteranas Alejandra Serrano y Laura Pascual, ambas internacionales en la base de la española, al Valencia, a su segundo equipo que acabó cediendo el título en la última jornada al B de Maider.

La apuesta por el filial campeón en el primer equipo será uno de esos pasos a dar en la confección del proyecto. En este aspecto, Andrés ha demostrado que les da cancha paulatinamente, con Andrea Jiménez como último ejemplo. Hay muchas joyas por detrás como la también internacional Andrea Okene, que ha anotado 26 goles en el Levante C, o Ana Lucía de Teresa, que va pisando fuerte desde el D.