Ganar o un empate con goles después del 0-0 en Buñol. Esas son las variables para que el Atlético Levante vuelva de San Sebastián de los Reyes con la permanencia. Orriols vive en una nube con el primer equipo, pero sufre con un filial que se aferró a la vida tras una reacción pletórica desde que tocara fondo ante la Llagostera (2-0, 1 de abril) para acabar jugándosela todo a cara o cruz en un agónico ‘play-out’. No hay que esconderlo: el descenso sería un fracaso. Y la salvación debería traer también consecuencias a la hora de replantear las líneas básicas del siguiente proyecto. De cara a la promoción desde la base, es evidente que el salto de Tercera a Primera, en caso de derrota y drama en Matapiñonera, es descomunal.

Esta generación no solamente se juega la supervivencia en la categoría de bronce, también el sueño de poder llamar a la puerta, o por lo menos intentarlo, de los ‘mayores’. «Están compitiendo muy bien los últimos partidos. Durante todo el año han participado en nuestras sesiones e intentaremos que tengan su presencia en la pretemporada. No queremos poner ningún candado a nadie; si rinden bien les daremos paso. El Levante está trabajando bien la cantera y estamos para darle la oportunidad a la gente joven que haya picado a la puerta», insistió Muñiz antes de la enésima alegría en el Ciutat ante el UCAM. Salvo Koke, que debutó en Tarragona, tercer guardameta del líder, campeón y ascendido, pero suplente para Granero porque además Dani Sotres está rindiendo entre palos, la realidad es que los demás han pasado desapercibidos salvo en momentos muy puntuales para completar convocatorias por acumulación de lesiones y/o sanciones.

Entre el autocar del desplazamiento gratuito, aquellos aficionados que se desplacen en sus vehículos particulares y familiares, unos 160 estarán en el ‘infierno de Matapiñonera’. Uno de ellos será el presidente Quico Catalán, además de prácticamente el resto de la plana mayor del Consejo y la dirección deportiva. «Es un partido importantísimo en una temporada de mucho sufrimiento. El hecho de jugárnosla en una eliminatoria es motivo de satisfacción porque echando la mirada atrás hemos estado más cerca de lo otro (descenso directo) que de lo que nos hemos encontrado. Ahora tenemos que materializarlo y salvar una temporada complicada con una plantilla muy joven. Creo que no hemos sabido adaptarnos en momentos determinados y ojalá salvemos los muebles, aunque lógicamente va a ser difícil», explicaba el presidente el pasado jueves en el programa ‘Món Granota’ de Levante TV y la 97.7 Radio. Con la sonrisa de oreja por el dictatorial ascenso de la primera plantilla, el sufrimiento del filial le quita el sueño. Un descenso sería un palo muy gordo, sabedores a su vez de lo complicado que es ascender desde Tercera y que, también, un adiós conllevaría una nueva recomposición absoluta. Sería un revés institucional, con el mismo impacto negativo para los chavales, que saben que este partido podría valer un billete para una pretemporada de Primera División en caso de que haya final feliz. Este equipo hará hoy lo posible y lo imposible para conseguir el objetivo y que se viva otro gran día para el levantinismo.

Con tanta agonía, el guión del desenlace no podía ser otro: con todo por decidir tras el 0-0 de la ida (al igual que en la otra eliminatoria entre el Linares Deportivo y el Burgos) y el factor cancha en contra. El hashtag #LlenaMatapiñonera ha dado resultado, ya que estará a reventar tras poner las entradas gratis y así llevar en volandas a los suyos, que no quieren despertarse tan pronto del sueño de bronce, una categoría en la que no estaban desde la temporada 2012/13, ante un filial al que calificaron en su cartel promocional como «un Primera».

La racha del Atlético Levante a domicilio pasa por su mejor momento. De los últimos seis partidos que ha jugado fuera de Buñol, ha perdido solamente uno (la derrota ante la Llagostera), algo que contrasta con el mal inicio de temporada, cuando el primer triunfo como forastero fue en la jornada 10 ante el Ebro (0-1), y el segundo y último, el del pasado 30 de abril en Elda (1-3). Los de Alfredo Santaelena quieren continuar haciendo de su recinto un fortín impenetrable, donde han ganado tres de sus últimos cuatro encuentros de liga regular. Las estadísticas no sirven para mucho a la hora de la verdad. Será clave controlar el factor emocional.