El Levante va tras la pista de varios extremos por necesidades cuantitativas y también cualitativas. Con la salida de Montañés, por quien el club no ha hecho efectiva la opción de compra que poseía durante su cesión, solo hay tres extremos en nómina. Y de estos, además, uno forma parte de la lista de prescindibles: Rubén García. Los técnicos apuestan por ocupar su plaza con un jugador que asegura un mayor rendimiento en LaLiga Santander, visto que el setabense no acaba de recuperar el nivel que diese en la 12/13 a las órdenes de JIM.

Por su condición de canterano y tercer capitán, en Orriols tampoco van a presionar al setabense para que se vaya. Tiene un año más de contrato y será él quien decida si prefiere apurarlo, en busca de una nueva oportunidad, o probar fortuna por primera vez en otro club. En este último caso no habría posibilidad alguna de cesión, y todo pasaría por un acuerdo amistoso con el club para facilitar su salida.

Si ahora es el Levante el que quiere pescar a Pedraza en Vila-real, años atrás eran curiosamente los amarillos quienes pujaban por Rubén. El extremo tenía hasta hace poco de tirón en el mercado, pese a sus lesiones y posterior irregularidad.

Así está la operación salida