Quico Catalán, la dirección deportiva, Muñiz y hasta el propio Róber fueron juntos de la mano durante la negociación, aunque el gallego, políticamente correcto en sus declaraciones, no las ha tenido todas consigo e incluso hubo momentos en los que no sabía qué iba a suceder con su futuro. Revelación en la temporada del ascenso, el '4' no cambia de propietario, ahora con más galones después de llegar de 'tapado', sin experiencia en el fútbol profesional, y acabar siendo el 'chico para todo' de Muñiz. "No tengo ningún problema dónde me ponga. Mi posición natural es la de central, pero el año pasado jugué en ambos laterales y también de mediocentro defensivo. El míster sabe que estoy a su disposición para cualquier posición donde crea que puedo ayudar", explicaba Róber en su segunda presentación, ya con minutos en su vuelta a Orriols en los últimos amistosos ante Zaragoza y Alavés, ya como titular.

Róber ha sido el protagonista del 'culebrón' del Levante. Incluso antes de concluir la temporada, la maquinaria ya estaba activada para seguir contando con él en unas condiciones más satisfactorias que la cesión pura del verano pasado. La negociación se eternizó, hasta incluso se bloqueó, y una vez disipadas las dudas en el engranaje defensivo de Pepe Mel, sobre todo con el fichaje de Schär y que Sidnei, salvo sorpresón, continuará, se reactivó, unido también a dos factores clave: las posturas de presión públicas de Tito y antes de Quico, así como el paso adelante de Róber pese a dejar a un lado, de momento, al equipo de su tierra. "Estoy muy feliz de estar aquí. Fue una pretemporada diferente y me tocó vivir una situación especial. Estoy contento por estar de nuevo en el Levante y que se haya arreglado la negociación. Ahora, a entrenar y ayudar al equipo", destacó con una sonrisa de oreja a oreja.

"Sobre todo tuve muy en cuenta que estuve aquí el año pasado, que pasé un buen año y también el hecho de conocer a la directiva, al cuerpo técnico y a los compañeros. Entiendo la dinámica de grupo y ese es un paso que no tengo que dar y es beneficioso para mí". Esos fueron dos de los motivos principales que hicieron a Róber Pier decantarse por el Levante. Pero hasta que su cesión se hizo oficial, previo ampliación de contrato hasta 2020 con el Dépor, se vio por instantes vestido de blanquiazul: "Hubo momentos que no tenía ni idea qué iba a pasar conmigo y quizás sí que me llegué a plantear el tener que quedarme allí, pero la situación se dio para volver. Estoy muy contento de estar aquí, muy cómodo".

Aunque Pepe Mel reconociera ya tras el acuerdo que hubiera contado con él, el de nuevo granota agradeció esa confianza, pero no estaba decidido, aunque hubo manifestaciones en las que se postulaba más por el Deportivo que el Levante. Un vaivén de mensajes. "Se entienden las declaraciones. Empecé allí la pretemporada, sin saber qué iba a hacer con mi futuro y creo que si estoy en un equipo tengo que intentar jugar ahí. Al final ya sabía que mi camino era el Levante y también lo dije claramente. Con Pepe Mel hablé varias veces con él, me dijo que contaba conmigo, pero la situación no era clara del todo. Decidí que lo mejor era venir para aquí", manifestó el '4', además de corroborar que ha estado en contacto en todo momento con la cúpula de Orriols y con compañeros del vestuario como su paisano Jason "para darles mi opinión con respecto a esta situación".