En el primer minuto avisó y en el último mató. Morales ha sido el protagonista de las acciones más peligrosas en el retorno del Levante a la máxima categoría. Con el Ciutat engalanado para la ocasión, el Comandante ha obligado a actuar a Andrés Fernández cuando todavía la afición no se había sentado en las gradas. Esa fue la primera señal positiva de un equipo que en su carta de presentación esta temporada demostró ciertos automatismos del curso pasado. La intensidad, y sobre todo, el conceder poco volvieron a ser síntomas del grupo de Muñiz. A pesar de eso, el talento del Submarino ha permitido al Villarreal generar peligro con poco por medio de un recién llegado: BaccaBacca. El colombiano, antes de que se cumpliera el minuto 10, lanzó un desmarque al espacio que sorprendió a la defensa y que dejó claro que en Primera a la mínima te hacen daño.

Los intercambios de golpes en el primer periodo han dado paso en el segundo a un encuentro más tranquilo. El Villarreal, producto de la ausencia de muchos de sus jugadores más importantes, ha cedido ligeramente el control al Levante, sobre todo gracias al manejo de Jefferson Lerma, activo en ataque y vital en defensa. A pesar de eso, las ocasiones no aparecían y salvo acciones aisladas con Morales como protagonista, ambos equipos parecían conformarse con el reparto de puntos. En ese escenario surgió la jugada clave del encuentro. El Comandante se ha internado en el área y ha provocado un penalti, muy discutido por los jugadores del Villarreal, que le ha colocado a once metros de Andrés Fernández. Finalmente, el capitán granota no ha fallado y su acción ha servido al conjunto de Muñiz para sumar los tres primeros puntos en la temporada del regreso.