El Levante visita el Santiago Bernabéu el próximo sábado y con ello se reencontrará con uno de los objetivos más preciados por el conjunto granota durante el mercado de fichajes: Borja Mayoral. La entidad levantinista buscaba reforzar la delantera y una de las primeras opciones para mejorar esa parcela del terreno de juego era el ariete del Real Madrid. El equipo de Juan Ramón Muñiz estuvo pendiente durante gran parte del periodo de altas y bajas de la situación del joven atacante merengue. Sin embargo, Zinedine Zidane fue el culpable de coartar una posible marcha de Borja Mayoral. El Levante suspiraba por sus servicios al igual que otros muchos equipos de LaLiga Santander. Paliar la carencia de gol ha sido una obsesión para muchos clubes de la Primera División, por eso la contratación del futbolista por el Levante era compleja y el club siempre fue consciente de ello al tratarse de una pieza cotizada y valorada en el mercado estival.

El futbolista llegaba al Santiago Bernabéu de nuevo con el cartel de ´cedible´, puesto que por delante tenía a dos jugadores imprescindibles para los planes del técnico madridista: Álvaro Morata y Karim Benzema. El natural de Parla regresaba tras un año de cesión en el Wolfsburgo alemán, donde tan solo jugó 21 partidos y anotó dos goles. Unas cifras, que como ya dejó caer el propio jugador, demuestran que el año en tierras germanas no le ayudó para crecer. Con ese contexto, Mayoral partía como tercera opción ofensiva en un Real Madrid con multiplicidad de recursos en ataque. Por ese motivo la entidad merengue estaba dispuesta a dejarlo salir, sin embargo, apareció el Chelsea y puso 62 millones de euros encima de la mesa de Florentino Pérez para fichar a Morata. Una oferta irrechazable pese a la voluntad de Zidane. Mayoral tenía el camino libre y lo aprovechó. Un tremendo golazo en el Trofeo Bernabéu con la derecha convenció al entrenador galo para cerrar la puerta de salida del jugador a cualquier destino y por tanto su fichaje por los de Orriols se diluía definitivamente.

Los recambios

Ante la negativa del Real Madrid a desprenderse de Borja Mayoral, Carmelo del Pozo y Tito tuvieron que echar mano del ´plan B´ en la lista de futuribles granotas. Finalmente acabó llegando Boateng, convirtiéndose en uno de los jugadores más costosos de la historia levantinista. Junto a él ya en el último día de mercado, el Levante obtuvo la cesión de Nano. Dos piezas que distan mucho de lo anhelado por el club granota. Tras caerse de la lista Mayoral, se luchó por la contratación de Lucas Pérez, aunque el gallego prefirió regresar al Dépor en detrimento del Levante pese al acuerdo con el Arsenal. Tampoco Adrián Ramos, que sí forzó su salida, pero el Granada no facilitó la operación. Zapata y Miguel Borja fueron los últimos por los que el Levante pujó sin éxito, como Niane.