Muñiz deja a un lado la posibilidad de echar mano del mercado para pulir un ataque reducido a la mitad de efectivos gracias al resquicio federativo de la lesión de Iván López Iván López. Un proceso que se ha acelerado a partir de los dos meses en la enfermería de Nano, pero el técnico asturiano, sin desviarse de su trabajo diario y dejando en manos de la dirección deportiva la tarea de acabar o no firmando antes del mercado invernal, focaliza sus esfuerzos en que “los que salgan al campo (Ipurua) estén preparados para competir”. “Solamente tengo en mente a los dos que tenemos para afrontar este partido: Álex y Boateng, que tiene un problemilla y a ver mañana cómo va. A partir de ahí, lo demás me queda muy lejos. Mi único objetivo es que los que salgan al campo estén preparados para competir”, argumentó el entrenador.

Los contactos entre los presidentes de Levante (Quico Catalán) y Villarreal (Fernando Roig) para la cesión del turco Enes Ünal vienen derivados desde la lesión de Nano, pero también por la ineficacia de los ‘hombres gol’. Un maleficio que en Copa ha empezado a enterrar Boateng. Muñiz insiste en que esta faceta realizadora debe ser todo y que lo que es innegociable es el trabajo diario. “El debate es externo, nunca interno. Confiamos en lo que hacemos nosotros, en que tenemos 24 jugadores de muy buen nivel. Los goles, unas ocasiones los hacen unos y otras veces otros. Lo que tenemos que hacer es seguir trabajando e independientemente de quién los haga que valgan para sumar. Ante el Eibar vamos a intentar hacer un partido serio, a competir, a trabajar, a hacer las cosas bien sea el rival que sea, en qué jornada sea y qué clasificación llevemos. Siempre en cada partido vamos a ir a competir y no vamos a mirar nada más. De aquí al final será así. Solamente veremos el partido inmediato”, manifestó el técnico granota, consciente de que si no se cumple este guión supondría “desviar la atención y perder efectividad”.

El Levante se ha conjurado para pescar en río revuelto, pero sin perderle el respeto a un rival que se ha mantenido en Primera División “por las cosas bien hechas”. El Eibar lleva cinco derrotas seguidas en Liga, las cuatro últimas sin ver puerta. Lleva casi 400 minutos sin gol, desde el de Sergi Enrich en el 6-1 en el Camp Nou. Además llega a este duelo tras perder contra el Celta en Copa como local. Muñiz considera que ni el Eibar ni Ipurua ya no son simplemente un equipo y un escenario rocoso y directo. “Eso era antes. El Eibar ya no solamente se dedica a eso. Es un equipo muy serio, que se ha consolidado en la categoría, que está haciendo las cosas bien. Cuando yo jugaba, el Eibar estaba en Segunda B y era un equipo muy duro, muy rocoso, pero todo eso ha cambiado y ha progresado en muchas situaciones y para bien. Es un equipo que ha subido y se ha mantenido por las cosas bien hechas y el trabajo bien realizado. Era serio en sus compromisos y lo sigue siendo. Por eso se ha consagrado en la categoría, que no es nada fácil. Me alegra que haya un equipo de este perfil. Es un premio a las cosas bien hechas”, radiografió sobre el rival armero.