Shaq Moore está esperando la llamada del Levante UD para firmar la renovación de contrato que el club y sus agentes tienen apalabrada desde hace días a falta sólo de la rúbrica. El primer estadounidense titular en LaLiga con el Levante se ha hecho con un puesto de pleno derecho en la primera plantilla beneficiado por la lesión de larga duración de Iván y las molestias de Pedro López, al que tras su buen partido en Las Palmas va a poner cara la titularidad. En la recámara, eso sí, queda la opción de fichar a Coke Andújar en el mercado de invierno.

A sus 21 años, este joven lateral se convertirá en el jugador con un contrato más largo del equipo, hasta 2022. Este compromiso dejará sin efecto el anterior, que se acababa el 30 de junio de 2018 y era ampliable por parte del club hasta 2020. El blindaje llevará aparejado un aumento de la cláusula de rescisión.

Fichado en 2016 para el filial, lo cierto es que Shaq fue internacional sub-20 con la selección USA y participó en el Mundial de Nueva Zelanda de la categoría. Ocupa plaza de extracomunitario, lo que en verano echó por tierra la posibilidad de completar la defensa con el central brasileño Marcelo Ferreira. Ese handicap, sin embargo, no le ha impedido estrenarse a las órdenes de Muñiz y además hacerlo con nota. El entrenador valora de él que es un portento físico y su enorme criterio con el balón. El futbolista, por su parte, reconoció en la isla que su familia en USA estaría «alucinando».

Hasta estrenarse como titular en Primera División, Shaq Moore ha tenido que superar muchas adversidades. Hace tres años tuvo que estar a prueba tanto con el Valencia como con el propio Levante para acabar finalmente firmando por el Huracán, en Segunda División B hasta su colapso económico. De ahí salió rebotado luego al Vetusta, filial del Oviedo, en la Tercera División asturiana. Antes de eso había jugado en su país, primero en la Academia IMG y más tarde en las categorías inferiores del Dallas. Llegó a España prácticamente con una mano delante y la otra detrás hasta que cobró su primera 'nómina', de 900 euros. Tiempos difíciles en los que el apoyo de su familia desde la distancia, junto al que le proporcionaron entonces en su club y el de sus hoy agentes, resultó determinante.

Un año arreglándole papeles

Hasta que debutó con el Huracán en un partido de Copa ante el Socuéllamos, Shaq estuvo prácticamente un año sin jugar por los problemas burocráticos con los que se encontró para regularizar su situación y que le obligaron a hacer colas de 4 y 5 horas en pleno verano. Durante aquel tiempo, mientras vivía en la Residencia Deportiva Petxina, incluso lo confundieron con un ciudadano africano a la hora de poner en regla sus papeles, lo que a la larga lo complicó todavía más todo.

Ahora, con la confianza del entrenador, Shaq pide pista para hacerse con un hueco en el fútbol profesional. Su primer partido completo, con un internacional como Vitolo delante, fue más que notable. El objetivo ahora, y teniendo como competencia a un veterano bregado como el capitán Pedro López, es no ser flor de un día en el primer equipo y que no le pase lo que en el Huracán, que tras un buen estreno se ganó la titularidad para que sólo le durara 45 minutos. Y es que, lo dicho, para Shaq nada ha sido fácil.