Esta es la explicación que demandaba el levantinismo desde el mismo instante, hora y media antes de que se iniciase el partido ante Las Palmas, en que se había dado a conocer la titularidad de Oier Olazabal. Los motivos que habían llevado a Muñiz a sentar a Raúl, uno de los mayores activos en el primer tercio liguero. Porque no fue uno sino varios los detonantes de la inesperada variación en el once. Del cambio que hasta a los propios afectados había pillado a contrapie, como el ex del Granada reconocía en declaraciones a la web del club. «No me lo esperaba. El entrenador me lo comunicó a mediodía».

La cuestión es que el asturiano creyó oportuno zarandear hasta la portería para recuperar la identidad perdida, del mismo modo que había hecho un año antes después de la primera derrota (en Córdoba). Entonces Remiro había dejado su sitio a Raúl, quien hasta el domingo era intocable por su sobriedad, tranquilidad, corpulencia y manejo de alta escuela entre palos. Oier, por contra, ofrece un perfil muy distinto al de su paisano.

El guipuzcoano cuenta con las condiciones que buscaba el técnico para acompañar la puesta en escena colectiva deseada en Las Palmas: buen manejo con los pies, dominio tanto del área grande como del espacio a las espaldas de los centrales y nervio. El atrevimiento que a nivel privado y público había reclamado a lo largo de la semana previa.

El portero acabó por dar la razón a Muñiz, muy cuestionado inicialmente por esa medida. Más allá de algún pequeño error, sin consecuencias, resolvió los entuertos con solvencia y contundencia. Detuvo los disparos de Viera, Vitolo o Calleri. No dudó en llevarse por delante a Toño para despejar, ante la peligrosa incursión de un punta local. Y tuvo el temple y la calidad suficiente para pisar el balón en el área pequeña, presionado por dos jugadores de la UD Las Palmas, para evitar un rebote traicionero. Una acción, esta última, que a la postre sería el origen del 0-1 de Doukouré.

«Me dijo el míster que no sabe lo que pasará el sábado ni la semana que viene, que es muy largo», añadió el ‘13’ granota, quien, sin embargo, tiene todas las papeletas para encadenar su segunda titularidad en LaLiga Santander ante el Atlético de Madrid. La primera había supuesto además su inclusión en la lista de metas (ya son 18) que han jugado con el Levante en la máxima categoría.