En Cheick, el Levante ha encontrado un futbolista poliédrico. Con inquietudes sociopolíticas, como las que manifestó públicamente con su celebración contra la esclavitud en Las Palmas; con condiciones al tiempo para ocupar mucho campo y combinar con criterio en la medular; y con la capacidad para sorprender. Quizá hasta a sí mismo, ya nunca antes había sacado su vena goleadora. Son dos tantos en tres titularidades y un total de 301 minutos, que le convierten al mismo tiempo en talismán (sus dianas han sido sinónimo de triunfo) y el miembro de la plantilla con mejor promedio en esa faceta.

Hasta su fichaje, el pasado verano, se podían contar con los dedos de una mano las veces en las que había visto puerta como profesional. Desde su debut con el Lorient, en agosto de 2010, había anotado en una ocasión con el citado equipo y otra con su filial; una durante su cesión al modesto SAS Epinal; y dos más con su anterior club, el Metz. En total, cinco goles y solo uno en la Ligue 1: hace más de tres años, con el Lorient en Lyon frente al Olympique. Del más reciente, en la segunda división francesa, hacía igualmente más de dos años.

Girona y Las Palmas ya han sido víctimas de sendos cabezazos del marfileño. En Montilivi marcó a la salida de un córner. En el estadio de Gran Canaria, como colofón a una contra, entrando igualmente al primer palo. Por su potencia y capacidad de salto, el juego aéreo es una de las virtudes de Cheikh, quien ya conectase un testarazo (aunque sin éxito) en un saque de esquina en el primer periodo ante los insulares.

Clave en el cambio de imagen

Que nadie espere, en el propio Levante lo tienen claro, que Doukouré mantenga su efectividad rematadora de ahora en adelante. Se trata de una circunstancia puntual, a la que los granotas van a intentar sacar el máximo rendimiento posible. En lo que a rendimiento global se refiere, sin embargo, que el centrocampista haya roto el cascarón (aunque sea por donde menos se podía prever) supone una muy buena nueva para el equipo.

Pasado el doble mal trago de las molestias físicas iniciales y del lógico proceso de adaptación, el marfileño va a más. En la Copa ya había destacado, y en Las Palmas fue uno de los que más empujó para sacar del bache a los azulgranas. Entre él (en el interior diestro), Bardhi y Campaña adelantaron 15 ó 20 metros la línea de presión en Gran Canaria, tal y como había reclamado Muñiz. Más de una vez llegó a ir hasta el área local para incomodar el saque de Lizoain.

Quinto refuerzo en minutos

Aun habiendo gozado solo de tres titularidades (la otra, en Cornellà) y dos partidos completos, Cheick ha sido desde el principio uno de los fichajes mejor ponderados por el técnico. De los 12 refuerzos de verano, más Ünal, apenas Bardhi, Alegría, Ivi y Luna han contado con más minutos que el exjugador del Metz. Este ha tenido mayor o menor participación en nueve de 12 partidos de LaLiga Santander y el de Copa del Rey disputados.

La baja para un mes de Jefferson Lerma y su actuación en territorio insular le aseguran de antemano su continuidad en el once. La del Atlético debe ser su primera titularidad en el Ciutat, donde el Black Power vuelve a cobrar fuerza con la irrupción de Doukouré y Shaq y la primera convocatoria de Hacen, más la presencia en plantilla del cafetero y de Boateng.