Si de los técnicos hubiera dependido exclusivamente, Kepa Arrizabalaga hubiera defendido la camiseta del Levante UD al menos u año. Los granotas se interesaron por su cesión tanto en 2015, con Manolo Salvador en la dirección deportiva y Alcaraz en el banquillo; como en 2016, ya con Tito y Muñiz. En ambos casos, los contactos no acabaron cuajando: el internacional sub-21, que llegaba de otro préstamo en la Ponferradina, se marchó primero al Valladolid y después se quedó en el primer equipo vasco.

El de Ondarroa es el portero de moda, del que más se habla en LaLiga en las últimas semanas, y también el principal responsable de que Oier firmara por el Levante en enerode este año. Porque fue una grave lesión muscular lesión de Kepa Arrizabalaga la que provocó la carambola: Remiro cerró anticipadamente su cesión en Orriols y volvió al Athletic, una vez que los granotas tuvieron amarrado a su sustituto. El irundarra, a quien en el club pretendían para verano, acabaría precipitando su incorporación por la falta de oportunidades en el Granada.

El guipuzcoano, quien hasta hace un mes había subsistido a la sombra de Raúl en Orriols, se ha ganado la confianza de Muñiz con sus actuaciones. Lleva cinco goles encajados en 270 minutos en LaLiga, todos concentrados ante el Atlético. Contra Las Palmas y Málaga mantuvo la meta a cero, con paradas destacables incluidas, al igual que en Girona en Copa.

El duelo entre palos será uno de los principales alicientes de la cita en Orriols. Más todavía por la vitola de internacional y pretendido por el Madrid que arrastra Kepa. Su condición de agente libre a partir del 30 de junio añade picante, ante la posibilidad de que el Athletic acabe por aprovechar la última oportunidad que tiene de hacer caja con él (si no consigue renovarle) y deba buscar de nuevo a otro meta en el mercado invernal.

Arrizabalaga se ganó a Valverde a principios del pasado curso, en detrimento de Iraizoz. Una rotura en el recto anterior del cuádriceps derecho ante el Alavés, el 8 de enero, le obligó a parar durante dos meses. Fue entonces cuando el ‘Txingurri’ prefirió curarse en salud, con los leones vivos en las tres competiciones, y repescar a Remiro para competir con el veterano portero y mantener a Unai Simón de tercero.

El Levante accedió a la solicitud, sabedor de que el de Cascante estaba a disgusto de suplente de Raúl, y destinaría el dinero que se ahorró para reclutar a Oier a mitad de camino del ascenso.