Aunque de refilón, el Levante se está viendo afectado por el ofertón que el Villarreal tiene encima de la mesa desde hace unas semanas por Cédric Bakambu. Una propuesta millonaria a la que en prnicipio los amarillos van a decir que no, ya que su objetivo es no debilitarse deportivamente perdiendo a su máximo goleador de las últimas temporadas, pero que aun así tiene tanto a Calleja como a Muñiz pendientes de los acontecimientos.

EL Levante ya sabe que el Villarreal va a repescar a Ünal, pero aún no está claro cuándo. A expensas de las gestiones para fichar a un delantero, a los granotas les interesa estirar la estancia del turco para tener mayor margen de maniobra en el mercado. A raíz de la lesión de Bacca, fue Calleja quien apretó para echar mano de Enes, cuyo papel sería aún más importante en La Cerámica si los chinos fuesen capaces de llevarse a Bakambu, renovado el pasado verano hasta 2022 y por el que ya se rechazaron 25 millones de la Premier League.

La operación que se le ha complicado mucho al Levante es la de Guidetti, por el que Alavés y Las Palmas también están pujando. Las dificultades para hacerse con su fichaje están haciendo que el club se vuelque en alternativas, especialmente en Portugal, donde los técnicos ya han estado viendo a Doumbia.

Con Coke ya en Valencia y varios frentes abiertos en la delantera, en lo que también van a apretar los técnicos es en el central de jerarquía pendiente. Todos ellos están de acuerdo en que hace falta uno que eleve el listón, aunque les gustaría de todos modos ver de qué es capaz Cabaco.