El Levante UD regresó este martes al trabajo en la Ciudad Deportiva de Buñol sin los lesionados Toño García y, sobre todo, sin el portero Raúl Fernández, que es quien más preocupa en este momento. Y es que el guardameta vasco podría terminar pasando por el quirófano, lo que de ocurrir generaría un auténtico drama en la portería, ya que se perdería prácticamente lo que queda de temporada. Ahora, a falta de tomar una decisión definitiva, la pregunta que flota en Orriols es si será necesario o fichar a otro portero.

Después del traspaso de Langerak al Nagoya japonés, y pese a que la dirección deportiva estaba al día de la situación de Raúl, Muñiz sólo cuenta con Oier y el repescado Koke, quien ya estuvo en la convocatoria contra el Villarreal. El club, pese a haber vuelto a sondear en los últimos meses a David Soria y manejar varias alternativas en el extranjero, había desechado la posibilidad de reforzar la portería con tal de apuntalar mejor otras demarcaciones, en especial la delantera. Los acontecimientos, sin embargo, vuelven a precipitarse.

Pese a perderse varios entrenamientos en las últimas semanas por culpa de esta dolencia, las alarmas están realmente encendidas desde que el pasado lunes 15 Raúl ya no se entrenó con sus compañeros. El motivo son unos dolores en la cadera que, en realidad, arrastra desde la temporada pasada. El portero ha visitado a varios especialistas y, de acuerdo con estas opiniones externas, está por la labor de pasar por el quirófano. El club, por su parte, apuesta por un tratamiento conservador con el que pueda seguir a disposición de Muñiz.

Raúl renovó el pasado verano hasta 2019, con opción a una temporada más. Había sido el portero titular hasta el partido contra el Las Palmas, en el que Muñiz apostó por darle la alternativa a Oier. Pese a su suplencia y a los cantos de sirena desde Bilbao, una posibilidad sobre la que nunca hubo nada cierto, la postura de Levante ha sido siempre la de que el vasco no estaba en venta. Sobre las molestias de Raúl, eso sí, Muñiz se lavó las manos la semana pasada y remitió al doctor para que diera las explicaciones pertinentes.

Más ausencias para Riazor

Por otra parte, Toño continúa al margen del grupo debido a la lesión muscular que sufrió el pasado 11 de enero tras el partido de Copa del Rey ante el Espanyol. Este martes se ha vuelto a ejercitar en solitario. A su baja y a la de Raúl por lesión para el partido del sábado en A Coruña ante el Deportivo hay que sumar la del sancionado Sergio Postigo y Róber Pier, que no podrá jugar al estar cedido por el equipo gallego.