El fichaje de Giampaolo Pazzini por el Levante UD se encuentra en el mismo punto en el que estaba el de Rémy. Hay un principio de acuerdo con el Hellas Verona para su cesión con opción de compra, pero falta el OK del jugador. Y ahí vuelve a estar de nuevo el gran problema para los granotas.

Pazzini tiene serias dudas sobre si aceptar o no y así se lo ha comunicado este mismo viernes a su actual club. Pese a que no está teniendo minutos, el delantero para nada está convencido de mudarse a España. Teme que sea sólo para cuatro meses y prioriza su situación personal. En concreto, que tiene una hija pequeña a la que no desea trasladar. La operación, por tanto, está en compás de espera.

Pese a que tanto Tito como Carmelo del Pozo están junto al equipo en A Coruña, donde el equipo juega este sábado contra el Deportivo a cara de perro, el Levante UD se encuentra pendiente de la respuesta del italiano, de 33 años. El deseo del club es que se convierta en las próximas horas en el primer fichaje para la delantera en este mercado de invierno. De aquí al 31 de enero, eso sí, los granotas confían en fichar todavía a otro delantero que no será Loïc Rémy.

La acumulación de reveses con las primeras opciones de la lista, al estilo de lo ocurrido en verano, han empujado al club a un final de plazo marcado por la imperiosa necesidad de cerrar al menos dos operaciones contrarreloj. Obligados a pasar página con Koné, entre otros, ahora la mirada se ha puesto en el mercado italiano, al tiempo que se bucea en opciones a priori más secundarias.

Pazzini es una de las alternativas de la Serie A que la secretaría técnica tiene bajo control. Ha sido 11 veces internacional y lleva 4 goles esta temporada en el Hellas Verona, donde no está teniendo mucha continuidad pese a que su equipo es penúltimo en la tabla. Con una dilatada trayectoria en escuadras como Atalanta, Fiorentina, Sampdoria, Inter o Milan, este viernes ni siquiera ha entrado en la convocatoria de su entrenador.