La temporada de Oier Olazabal no está pasando desapercibida en el mercado, ni mucho menos en Orriols. El vasco ha roto a parar en los últimos meses y ya han sido varios los clubes que se han interesado por su futuro, aunque será el Levante el que tenga la última palabra. A un año de la conclusión de su contrato, más la posible renovación automática hasta 2020 por partidos, los granotas han incluido entre sus objetivos a corto plazo amarrar al portero titular: la salvación virtual conllevará una primera toma de contacto formal con sus representantes, quienes estuvieron el pasado domingo en el Ciutat.

La predisposición del guipuzcoano es absoluta, como una y otra vez ha expuesto él mismo públicamente. Oier se siente muy cómodo tanto en el equipo como en la ciudad, por lo que quiere echar raíces; tiene años de carrera por delante (cumplirá 29 en septiembre), y ha demostrado que también el nivel suficiente para competir en la elite. Su rendimiento en los últimos meses le sitúa entre los porteros más destacados de la actual LaLiga Santander; en paradas por partido, por ejemplo, solo le supera Chichizola.

Uno de los contratos más bajos

La ampliación de contrato del guipuzcoano llevaría aparejada una mejora salarial. Esta serviría a modo de recompensa, por su aportación a lo largo del curso, y adecuaría su rango salarial con su actual estatus deportivo. Titular indiscutible, conserva el salario (uno de los más bajos de la plantilla) con el que llegó a Orriols en enero de 2017, aunque ya había interesado previamente. Lo hizo cedido, con opción de compra obligatoria en caso de ascenso a la máxima categoría, a consecuencia del regreso de Remiro a Bilbao a mitad de su préstamo.

Con Oier, el Levante calcaría el modus operandi empleado con Raúl el verano pasado. Una de las primeras medidas adoptados con la vuelta a LaLiga Santander fue renovar y subir la ficha del portero que había permitido lograr el objetivo. El bilbaíno, de hecho, mantuvo su sitio en el once hasta la visita de la duodécima jornada al estadio de Gran Canario.

Desde Las Palmas, intocable

El 19 de noviembre, previa carta de presentación en Copa en Montilivi, cambió el destino de Oier. Estrenó titularidad y se ganó la continuidad. Su manejo del balón con los pies, seguridad en el juego aéreo y fiabilidad han hecho el resto. En la visita del pasado domingo de la UD Las Palmas, como en un buen número de encuentros anteriores, el guipuzcoano dejó su firma. Su intervención en un mano a mano con Ezekiel, en los primeros minutos, acabaría resultando determinante en el triunfo granota.