A falta de que sea matemático, algo que puede ocurrir esta misma semana si se mejora el resultado del Deportivo, el Levante UD está a punto de encender oficialmente la maquinaria de la planificación deportiva en Primera División.

Para ello la directiva ya se ha citado con el objetivo de mantener la reunión de la que saldrán las líneas maestras de la próxima temporada. Sobre todo en lo que se refiere a la dirección deportiva, encargada a la postre de la primera decisión de peso: la continuidad o no en el banquillo de Paco López.

La reunión del Consejo granota será el próximo 3 de mayo, después del partido contra el Sevilla y, en principio, con la permanencia ya asegurada. Pese a la mejoría de resultados y a la nueva dimensión que Paco López le ha dado a la plantilla, sobre la mesa estará el análisis en frío del trabajo de la dirección deportiva con sus aciertos y errores.

Tito y Carmelo del Pozo tienen un año más de contrato y el Consejo tiene que decidir ahora si ratifica su trabajo para que lo cumplan o si por contra se apuesta por un cambio, ya sea de manera integral o a través de una reestructuración de la parcela deportiva. Ambas posibilidades están sobre la mesa.

Carmelo del Pozo, secretario técnico, estaba en la agenda del Deportivo para encabezar el proyecto en Segunda después del descenso que los gallegos materializarán en los próximos días. Sin embargo, el elegido finalmente en Riazor, aunque no es oficial, ha sido otro: Luis Helguera.

En lo que respecta a Tito, el director deportivo estuvo presente en la última reunión para renovar a Pedro López y a sus órdenes se han intentado, aunque sin éxito, refuerzos para el próximo curso como el del japonés Inui, entre otros. Su figura, como la de Carmelo, ha estado sometida a un enorme desgaste. La distancia de un amplio sector de la directiva respecto a ellos, sobre todo a raíz del caso Muñiz, ha sido considerable.

Respecto a Paco López, con un año más de contrato con el filial, serán los responsables deportivos quienes decidan. Será lo mismo que ocurrió cuando Muñiz fue destituido y se apostó por un hombre de la casa ante la falta de opciones que convencieran de fuera.

Sobre la mesa hay dos opciones claras y diametralmente opuestas. La primera es la de apostar por él para el primer equipo tras su excelente gestión y números cosechados. La segunda, ofrecerle una mejora económica por los servicios prestados pero que regrese al filial, presumiblemente en Segunda B, para traer al primer equipo a un entrenador de mayor renombre. En este sentido el de Silla ha ido ganando muchos adeptos.

A nivel de plantilla, además del buen rollo que se pudo ver con el agente de Coke a la vuelta de Bilbao, hay también temas pendientes como el de Pedro López, prácticamente renovado, o el de un Cabaco cuya opción de dos millones de euros puede ser un freno para el club, ya que su rendimiento deportivo ha ido a más pero el precio aún está fuera de mercado. Roger, Róber Pier y Lerma son otros temas pendientes.