Como hace con todos los rivales que debutan pisando Butarque en Primera, el Leganés le regaló al Levante una cesta de pepinos antes del partido. Más allá del obsequio, sin embargo, lo cierto es que si de algo van sobrados los granotas es precisamente de eso, de auténticos 'pepinazos'. Del Comandante Morales a Bardhi pasando por Coke, autores de los goles con los que el conjunto de Paco López confirmó anoche su mejor racha de resultados desde las cuatro victorias seguidas con las que en 2011 fue el líder de Primera. En un estado físico y mental de dulce, el equipo suma desde el relevo en el banquillo 22 de los 27 puntos posibles. Una trayectoria con la que le ha dado para salvarse de sobra y que de durar más LaLiga lo capacitaría para pelear hasta por Europa.

Dijo SuperLópez en vísperas del partido que no se le ocurría mejor reto que comprobar «cuál es nuestro techo». Sin embargo, la realidad es que ahora mismo al Levante ni se le adivina dónde lo tiene. Tanto el equipo en bloque como sus jugadores a nivel individual van pulverizando récords. Lo hizo Morales, máximo goleador histórico con 19 goles, de ellos 9 esta temporada. O Bardhi, que con otro gol de falta se ha metido en el Olimpo de los mejores lanzadores históricos de LaLiga. El Comandante y el francotirador macedonio encarrilaron en tres minutos una victoria aplastante que remató Coke a pase de Roger.

La expulsión de Zaldúa, que cazó a Morales antes del 0-2 fuera del área, fue el definitivo punto de inflexión de un partido que terminó siendo un paseo miltar en el segundo acto. Y es que el Levante, con Jason sumado a la fiesta como asistente en el 0-1, volvió a exhibirse con un fútbol de ataque atrevido y directo que es, sin duda, el principal sello de identidad con SuperLópez.

El primer partido después de la salvación matemática, además de la confirmación de que el equipo lleva gasolina de sobra, deparó la curiosidad de que Paco López, con su renovación a punto, alineó un once titular en el que sólo tuvieron cabida jugadores con contrato en vigor para el próximo curso. La única excepción fue Coke, a la espera de negociar su anhelada continuidad. Ni Cabaco, en el banquillo tras su lesión, ni Róber Pier, fuera de la convocatoria, repitieron de salida en un partido en el que uno de los alicientes era que iba a estrenarse Fahad.

Pese a sobrarle tres jornadas, lo cierto es que el Levante no salió desenchufado. La tensión, desde luego, no fue la misma que en las jornadas en las que el equipo se estaba jugando la vida, pero la predisposición sobre el campo se mantuvo con las mismas buenas sensaciones, en especial con un toque fluido de balón, aunque el voltaje fue a menos. La lluvia torrencial que por momentos asoló Butarque, también tuvo que ver en que se aguara la fiesta en parte de un partido que había arrancado eléctrico, de tu a tu y con las líneas abiertas habida cuenta de que uno ni otro se jugaban nada de peso. Fue, sin embargo, la calma antes de la verdadera tormenta, la azulgrana.

Hasta los goles el partido no había sido aburrido, pero tampoco excesivamente llamativo. De hecho, hasta el descanso apenas hubo una oportunidad que llevarse a la boca y fue encima en el área de los granotas. Amrabat, con un disparo colocado, hizo que Oier se luciera despejando con la mano dura. Tras el descanso, eso sí, el panorama cambió por completo. Bardhi avisó con una rosca excesiva y a partir de ahí, todo para adentro para desesperación de un Leganés fuera de control.

Ficha técnica: