Como en el verano y enero pasados, el nombre de Alberto Botía aparece muy bien situado en la lista de posibles refuerzos para la zaga. Con una diferencia sustancial respecto a entonces. El futbolista murciano, de 29 años, acaba contrato el 30 de junio con Olympiacos y se incorporaría a coste cero. En Orriols no le han perdido de vista en los últimos meses y están en disposición de lanzarse definitivamente a por él.

Botía encaja en el dichoso perfil de central de jerarquía, , que la pasada temporada se quedó sin cubrir y que esta vez vuelve a ser objeto de interés para los técnicos granotas. La actual condición de capitán del conjunto griego es la prueba de ese poso. También los 140 partidos disputados por Alberto en LaLiga Santander antes de su marcha a 2014 a Grecia, repartidos entre Barcelona (solo jugó uno, el de su estreno en Riazor en el 2009), Sporting, Sevilla y Elche.

El Olympiacos, patas arriba

El murciano va a dar por concluida su etapa en El Pireo, empujado en cierto modo por el desencuentro público entre la plantilla y el presidente de Olympiacos. Este último, molesto por la imposibilidad de repetir título de liga (Botía lo había ganado en sus tres años anteriores), dio vacaciones anticipadas a sus jugadores a un mes para la conclusión del campeonato. De cara a la 18/19 prepara ya una renovación casi total del grupo.

La futura condición de agente libre del que fuera internacional en categorías inferiores (aunque llegó a ir convocado, no debutó con la absoluta) no ha pasado desapercibida en el mercado. Tanto en LaLiga como en otras ligas europeas están atentos a la situación de Botía, cuya prioridad pasa por regresar a España. Lo mismo que sucede con Juan Cala, otro de los centrales con cierta ascendencia que valora la dirección deportiva.

Otro viejo objeto de deseo

Con el de Lebrija, de 28 años, pasa lo mismo que con Botía: ya ha estado previamente en las quinielas granotas. En este caso habría que contar también con la postura del Getafe, que se guardó la posibilidad de repescarle de cara al próximo curso tras su cesión en el Henan Jianye. Cala se marchó a este último a finales de febrero, a cambio de 1,5 millones, con tres posibilidades a futuro: prolongar su experiencia en la Superliga china, quedar libre o firmar un contrato hasta 2022 (ya preacordado) con los azulones.

A día de hoy, Postigo y Chema son los únicos centrales con contrato en vigor de cara a la 18/19. A estos se suma la firme intención de ejecutar la opción de compra por Cabaco, de dos millones, como Quico y Tito le transmitieron personalmente la semana pasada a su representante, Gerardo Arias.