Marc Márquez y Dani Pedrosa están acostumbrados a pilotar en los circuitos a más de 300 kilómetros por hora, una velocidad que superarán, por ejemplo, este fin de semana al final de la recta del Circuit de Barcelona-Catalunya, durante el séptimo Gran Premio de Motociclismo de la temporada. A lo que no están tan acostumbrados es a subirse a un globo aerostático y dar gas, esta vez para subir en vertical hasta los 1.000 metros de altitud. Durante esta experiencia diferente, los pilotos de MotoGP también han tenido tiempo para practicar el vuelo rasante, en una zona rural del interior de Cataluña, no muy alejada de Montmeló.