Si el domingo la imagen de la jugadora egipcia enfrentándose a una alemana en un partido de vóley playa conmovió a los espectadores, la fotografía de una jugadora de rugby dándole el ´sí quiero´ a su novia tampoco iba a pasar desapercibida entre los espectadores.

Todo sucedió cuando tras la ceremonia de cierre de la competición de rugby, Marjorie Enya, una voluntaria de los Juegos Olímpicos de Río, saltó al terreno de juego, tomó el micrófono, dio un discurso y pidió matrimonio a su novia, la jugadora de la selección brasileña de rugby, Izzy Cerullo.

Tras un breve silencio, la jugadora de rugby respondió sí a la petición de su novia y ambas se fundieron en un beso ante la atenta mirada de los espectadores que se encontraban viendo la ceremonia de cierre de la competición de rugby de los Juegos Olímpicos de Río.

Una petición que tampoco pasó desapercibida en las redes, donde decenas de usuarios se manifestaron para felicitar a la pareja. La declaración llega tres años después de que el gobierno de Brasil legalizase el matrimonio entre personas del mismo sexo.