Cada vez que un atleta olímpico consigue el preciado metal finge morder la medalla con gesto sonriente. Rafa Nadal nos tiene acostumbrados a esta estampa, y no sólo con las preseas, también con los trofeos que ha ido ganando.

No obstante, esta imagen se ha extendido y en Río, es poco común no ver a un atleta haciendo este gesto. Algunos expertos aseguran que esto se debe a la necesidad de generar una buena foto, una imagen que resulte "fácil de vender", según el autor David Wallechinsky, historiador de los JJOO.

Sin embargo, esta actitud también tiene una carga histórica ya que en la antigüedad, los administradores de dinero mordían el metal para cerciorarse de que no se trataba de una falsificación. No obstante, hace ya medio siglo que las monedas no contienen metales preciosos€ En cuanto a las medallas, su fabricación depende de cada edición.

Por ejemplo, en los Juegos Olímpicos de Río, la medalla de oro tiene 1,34% de ese metal, aproximadamente seis gramos. El resto es 93% plata y 6% cobre.

Tras la Segunda Guerra Mundial, la cantidad de oro que se utilizaba en las medallas se fue reduciendo y sólo tres olímpicos tuvieron medallas de oro puro en los años 1904, 1908 y 1912.