La nadadora española Erika Villaécija consiguió este lunes la decimoséptima posición en las aguas abiertas de los Juegos Olímpicos de Río, una prueba de 10 kilómetros que se adjudicó la holandesa van Rouwendaal por delante de la italiana Rachele Bruni y de la brasileña Poliana Okimoto.

Villaécija disputó sus cuartos Juegos Olímpicos tras Atenas, Pekín y Londres, pero no pudo mejorar la séptima plaza conseguida hace cuatro veranos. En esta ocasión, la nadadora catalana nunca estuvo entre las mejores, aunque sus tiempos en los dos parciales pudieron incluso hacer pensar en una remontada.

Pese a la retrasada posición, Erika se situó a ocho segundos del bronce en el ecuador de la prueba. Por aquel entonces, la holandesa Van Rouwendaal empezaba a tomar distancia con sus perseguidoras, entre las que se encontraba la francesa Aurelie Muller, que finalmente fue descalificada por una penalización después de entrar en segunda posición.

Villaécija, que arrebató la plaza en esta disciplina a Mireia Belmonte --sólo había una por país--, lo intentó en el tramo final, pero no encontró el camino para asaltar el 'top ten' y poder pelear, al menos, por un diploma olímpico. La barcelonesa concluyó con un cronómetro de 1:59:04.

La ganadora paró el reloj en 1:56:32, mientras que sus acompañantes en el podio no estuvieron muy lejos. Bruni se fue hasta el 1:56:49 y la brasileña, que se llevó un bronce sorprendente en el Fuerte de Copacabana, consiguió 1:56:51 siendo profeta en su tierra.

La imagen de la prueba la propició la salida después del hundimiento de la plataforma este domingo. Esta mañana, las nadadoras tuvieron que esperar flotando en el agua a que diese comienzo y fueron recogidas por diversas embarcaciones a su finalización.