Qué bonito partido vimos el pasado sábado en Mestalla. No ganó el Valencia, tampoco perdió, pero la afición salió contenta por la lucha, brega, entrega y sobre todo la actitud del equipo ante el que dicen es en la actualidad el mejor equipo del mundo. Llegaba a Mestalla el Barcelona sin perder partido alguno en este principio de Liga y, como la temporada pasada, no pudo ganar. El planteamiento de Emery no sé si sorprendió a Guardiola, lo que sí sé es que maniató de forma perfecta a los hombres clave del conjunto azulgrana y no dejó en ningún momento hacer el juego de toque y toque hasta encontrar un hueco por donde meter el balón a los de delante. Algún entendido en la materia al conocer la alineación valencianista exclamó aquello de «Unai está en sus trece». Al final y viendo la actuación del equipo, las oportunidades perdidas, el gol que pudo llegar en cualquier momento, sobre todo en la primera parte, se rindieron a la evidencia y reconocieron que las cosas se hicieron bien. Hasta aquí todo muy bonito. Gran partido, fenomenal noche de futbol y el pez grande no se comió al chico.

La otra cuestión comentada tras el encuentro era una pregunta. ¿Por qué se actúa así ante los grandes y no siempre, ejemplo Getafe? Señores, esto es futbol. Es cierto que siempre tendría que ser así, pero no. Otra pregunta: ¿Para ver un Valencia así hay que esperar al día del Madrid en Mestalla, que no en el Bernabéu? Creo que sí. Llevo muchos años viendo fútbol y por desgracia tienen razón aquellos que opinan de este modo. No debería ser, pero... El Valencia tiene ahora en Liga dos partidos fuera de casa seguidos, Almería y Málaga. Si la actitud de todos es la misma del otro día, estoy seguro de que será equipo alternativa para todo; si se convierte en el conjunto de Getafe, mal. No es un aviso a navegantes, es la pura realidad. Quien se lo tenga que apuntar que lo haga.